1. Iván, mi alumno de preparatoria


    Fecha: 08/10/2017, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    Con sus 16 años Iván experimentó con su profesor de historia el placer del sexo. Iván era un estudiante promedio, muy tranquilo, pero aún con cierta inocencia. Él estaba en su primer año de preparatoria, con sus 16 años tenía una muy buena relación con sus papás y conmigo, yo le daba el curso de Historia Universal. Mide 1.72 cm de estatura, una estatura promedio, moreno de cabello corto y complexión delgada, un cuerpo convencional, dentadura perfecta y ojos brillantes, pero sus piernas eran largas y sus nalgas realmente eran planas. Pero siempre había algo en él que lo hacía atractivo, seductor; con su voz grave y sus preguntas tontas me hacían siempre escucharlo. Yo también soy moreno y no tengo una complexión atlética, creo que fumar y beber no me han hecho del todo bien, mido 1.73 cm, y cuando le daba clases yo tenía 25 años, me gustaba llevar los pantalones y camisas un poco ajustados, tratando de coquetearle siempre a las chicas. Pero Iván me miraba diferente, siempre se comía las uñas y me decía Nacho, pues en el colegio el trato con los profesores es fresco, pero con mucho respeto. Nunca me gustó que me dijeran Nacho, mis amigos y familia siempre me ha llamado Ignacio, pero a Iván le permitía que me llamara así. Nuestra amistad creció aún más, pues después de un examen de unidad, él se evaluaba en otro salón y le encontraron un papelito que le sirvió para copiar las respuestas. Al final del día lo llamé a mi salón, dejé la puerta abierta y empecé: -- Iván, por el ...
    ... aprecio que te tengo, debo serte honesto, estoy muy molesto por lo que hiciste hoy. Por el reglamento del colegio te debo decir que necesito llamar a tus papás. -- ¡No por favor! – y vi su rostro asustado y sus ojos con lágrimas. -- Que lo siento Iván, tu acto fue incorrecto y eso me obliga a hablar con tus papás. Esperaba eso de otras personas del curso, pero no de ti. -- ¡Nacho, perdóname! ¡Por favor! – y me dio un abrazo y rosó sus labios en mi mejilla. Lo alejé y salimos a conversar al pasillo. Terminamos nuestra conversación. Al siguiente día hablé con sus papás; ellos me pidieron disculpas por el hecho tan vergonzoso que les había provocado su hijo. Me invitaron también a la fiesta de cumpleaños de Iván, sería aproximadamente dentro de 12 días. Acepté la invitación y los días siguientes en el colegio fueron diferentes. Iván comenzó a saludarme todos los días, me invitó dos veces a tomar café y me pidió ayuda con una tarea de literatura. Pero por las tardes, después de clase se quedaba conversando conmigo dentro del salón. Cada vez que conversábamos movía sus piernas en el escritorio, se tocaba las manos; realmente lo veía intranquilo, veía en sus ojos que se detenía a decirme algo. Un sábado sería su cumpleaños, y realmente deseaba ir, pero dudaba en llegar a su casa, ver a varios muchachos del colegio, perder aquella imagen de serio y casi frío con ellos rondaba por mi cabeza; pero lo que sucedió el viernes en el salón de clases me animó a que yo fuera a su cumpleaños: -- ...
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