El técnico de la nevera
Fecha: 18/09/2018,
Categorías:
Infidelidad
Autor: murgis, Fuente: CuentoRelatos
Esta mujer mía cualquier día muere con una polla dentro, veréis, el otro día se le había estropeado la nevera y tuvo que llamar a un técnico. Lo siguiente es contado por ella .Había quedado en que vendría a las doce, así que me levanté temprano, fui a comprar y a las doce menos diez llegué a casa. Ordené las cosas de las compra y cuando me iba hacía la habitación a cambiarme, solo me dio tiempo a desnudarme y ponerme una camiseta, sin bragas ni sujetador, llamaron a la puerta. Fui a abrir y era el técnico un chico de unos 27 o 28 años, de la edad de uno de mis hijos, era rubio, de ojos verdes y bastante guapo. Le hice entrar en la cocina, vi, que el chaval cuando empecé a explicarle cual era el problema y empezó a mirar la nevera, y de reojo mi culo, yo le observaba y espera a que me diera su veredicto. Me dijo que tenía que cambiar una pieza. Como era verano y hacía calor ambos estábamos sudando yo además tenía el coño ya empapado ya me imaginaba la polla dura de aquel chaval y el aguante que tienen, así que antes de que continuara con aquello le ofrecí. ¿Quieres tomar algo? Hace calor y te refrescara. No, gracias, señora. Es usted muy amable. –me respondió. No me llames de usted, aunque puedo ser tu madre, le dije yo. - ¿De verdad no quieres tomar nada? De verdad, me respondió. Entonces voy a ponerme un poco más cómoda y así te dejo tranquilo. Vale. Me fui a la habitación, cuando oí la voz del chico tras de mí que decía: ¿Sabes? He cambiado de opinión... Me giré hacía él ...
... intentado taparme la boca Creo que te voy a follar porque aunque puedas ser mi madre, esta buenísima, dijo descaradamente acercándose a mí y abrazándome. Pero ¿qué haces? – le pregunté un poco sorprendida y a la expectativa también deseando que sucediera algo más. He visto como me mirabas y sé que no te soy indiferente y que desde que he entrado en esta casa me has deseado, no lo desmientas, conozco a las maduritas que están mal folladas y se les moja el coño cuando ven a un chaval. Tienes razón, acepté, te deseo. Entonces nos besamos y al separarnos el chico se quitó la camiseta que llevaba quedándose solo en pantalones, volvimos a besarnos apasionadamente y entonces dirigí mis manos hasta sus pantalones y primero le desabroché la cremallera y el botón dejando caer los pantalones al suelo, mientras el chico acariciaba mis pechos muy suavemente. Mis manos, entretanto, masajeaban el erecta y larga polla del muchacho que palpitaba deseoso, el chico se agachó, me hizo girar de espalda a él, apoyándome en el tocador y empezó a besarme los cachetes muy suavemente, yo entreabrí un poco las piernas y él besó y lamió todo mi culo hasta que decidió meterse entre mis piernas y se puso a lamer mi coño con avidez, lo que provocó un gran placer en mi cuerpo, ya que su lengua se movía muy sabiamente sobre mi pipa produciéndome pequeños espasmos de placer acompañados de gemidos. El muchacho abandonó su labor para quitarse los calzoncillos, y entonces yo me giré y decidí tumbarme sobre la cama ...