El joven de al lado
Fecha: 16/09/2018,
Categorías:
Voyerismo
Infidelidad
Autor: Edwan.sedafaar, Fuente: CuentoRelatos
... Su antojo. Los abría un poco, los rodeaba, apresaba, palmeaba, se divertía con mi trasero en mi diminuto bikini. Yo estaba cada vez más débil, me revolvía con menos frecuencia entre sus brazos. Mi sexo, entre pierna y todo en mi estaban ya al borde de derretirse. Podía sentir su pene hinchado, palpitando contra mi vientre. De nueva cuenta me besó el cuello, los labios, me lamió las Mejillas. Continuaba agitado y gimiendo entre murmullos. Recorría mi tersa y blanca piel con su mano por todo el vértice de mi espalda. En un último intento por escapar de este manicomio que estaba invadiendo mi cuerpo y mi ser, lancé un golpe con mi puño cerrado contra su pecho, pero mis fuerzas ya eran nulas. Mis rodillas flaqueaban y si no fuera por cómo estaba apretándome contra él, seguramente habría caído al suelo. ¡Zaz! Otro tirón de mi cabello, esta vez con más fuerza que las anteriores. Mi cabeza por tercera ocasión volvió a doblarse hacia atrás. Pero era diferente, ya no había mueca de dolor o sorpresa en mi rostro. Esta vez, en mí se dibujaba una sonrisa enferma y pérdida. Algo se acabó quebrado dentro de mí. Mi conciencia se había hecho añicos. Sonreía con los ojos abiertos mirando al cálido cielo de medio día mientras ese animal me lamía como bestia y volvía a inundar con su ponzoñosa saliva mi oído. - zorra. Crees que lo tienes todo. No eres más que una zorra con dinero. Pero me perteneces, tú eres mía desde la primera vez que te vi. Ahora vas a ser completamente mía. Te voy ...
... hacer mía para toda la eternidad. Su voz no coincidía con su edad. No venia de su garganta, venía de todo su ser. Era una voz ronca y penetrante. [[[ 13 ]]] Suya En ese momento deje de luchar por completo. Mis manos quedaron inertes a mis costados. El soltó mi cabello y yo seguía con la mirada perdida y mi sonrisa desquiciada, babeando por las comisuras de mi boca por el calor y el placer que me estaban poseyendo. Sin dejar de apresarme con fuerza, bajo la mano que estuviera tirándome del cabello y empezó a usarla en la misma tarea que su otra compañera. Con sus dos manos acaricio y apretó mi culo, después pasó a mi espalda, y tomaba mis senos con la misma intensidad. Mi sexo estaba al borde de incendiarse. Una energía sobrenatural recorrió todo mi cuerpo y lo abracé con toda esa fuerza. Me aferré a su espalda y le clavé las uñas como una fiera, rasgué su espalda una y otra vez. Él siguió manoseandome toda y besándome en la boca. Esta vez yo le correspondí. Metí mi lengua junto con la suya y nuestras salivas ardiendo se mezclaron en nuestras gargantas. Nuestras lenguas libraban una feroz batalla, fundiéndose entre sí. Debía de ser una escena bastante erótica desde afuera, una mujer voluptuosa, casada, con un diminuto bikini y un jovencito con ropa de adolescente besándose con una lujuria descontrolada, con una pasión y un deseo de carne inimaginada. Besándose como si sus vidas dependieran de ello. Nuestros cuerpos estaban empapados de sudor. Era una mezcla del suyo y el mío, ...