El joven de al lado
Fecha: 16/09/2018,
Categorías:
Voyerismo
Infidelidad
Autor: Edwan.sedafaar, Fuente: CuentoRelatos
... climax hicieron que me derritiera y quedara sin fuerzas para oponerme a él. Por eso cada vez que mis pensamientos me llevaban a esto último, sacudía mi cabeza y seguía con cualquiera que fuera mi tarea en ese momento para tratar de despejar esas desoladoras conclusiones. Durante esos días después del incidente, y hasta la fecha en que llegó mi marido de su viaje de trabajo, no volví a mostrarme a mi vecino. Los primeros días fue fácil, pues como les he dicho, el shock por lo sucedido seguía latente, y una mezcla de coraje y repulsión con un ardiente deseo, seguían dentro de mi. Pero los días siguientes sí que me fue difícil seguir con ese plan de austeridad hacia mi espía. Me lo imaginaba en su cuarto, esperando en su ventana y con sus binoculares en las manos esperando segundo a segundo a que por fin volviera a salir y pudiera verme, desearme, saborearme, reclamarme como suya mientras sus manos recordaban, reconstruían a calca perfecta en el aire, cada uno de los centímetros de mi cuerpo que acaricio. Reviviendo vívidamente la consistencia de mi carne bajo la mezclilla de mis shorts y el algodón de mi sostén. El aroma de mi cuerpo estaría presente aún entre sus manos, y sus labios guardarían aún el sabor de miel de mis labios. Me lo imaginaba así, delirando por mí en las sombras de su morada, y poco a poco lo veía deslizando su mano hasta su sexo, rígido como aún recuerdo sentirlo contra mi vientre. como comienza a tocarse por mi, poco a poco con un ritmo que me hace sudar. ...
... Y a punto estoy de desvestirme y salir corriendo al balcón, a punto de dejar que sus miradas desenfrenadas me consuman solo con su mirada penetrante, a punto están de consumirme los deseos nuevamente cuando golpeó fuerte la mesa, el sofá, o cualquier mueble donde me encuentre y me digo que esto tiene que parar, que me estoy volviendo loca. La última vez estuve realmente cerca de salir a por él cuando el teléfono sonó estrepitosamente en el buró. Sonó tres veces y no podía reaccionar. Estaba completamente sudada. Mis pechos en mi top deportivo estaban perlados por el sudor y se inflaban y contraían al ritmo de una agitación al respirar. Al fin reaccione y me percaté de que había comenzado a tocarme la entre pierna. Nancy, tienes que parar esto o vas a volverte completamente loca. Me dije mientras saltaba del sofá para alcanzar a contestar el teléfono que iva ya por su 6 timbrazo. Levante el teléfono. -bueno, residencia McAllister.- - hola amor, soy daniel. Solo para recordarte que en un par de horas estaré llegando a casa, y me encantaría que hicieras una cena especial para celebrar que estoy de regreso. Puedes sacar aquel vino que me regalaron y que tantas ganas teníamos de abrir. - Me prece muy bien cielo. Entonces tendré todo listo para cuando esté aquí- - Perfecto. Te amo. Te veo en un rato.- - Chao- colgué.- Algo de todo esto me devolvió la tranquilidad. El hecho de que mi esposo estuviera de regreso podía hacer que todos estos pensamientos terminaras por quedar de lado. ...