1. ¿Quién es?


    Fecha: 16/09/2018, Categorías: Infidelidad Sexo Virtual, Autor: Rober XL, Fuente: CuentoRelatos

    ... claro” Sarardiente dice: “Tengo curiosidad por saber cuánto mide” RoberXL dice. “Enséñame tus pechos y haremos algo mejor” Rebusqué entre la música mp3 del portátil una canción que acompañase el momento. Enseguida encontré “Come Undone” de Mark Lanegan y “Time Of The Season” que pensé le venían que ni pintado. Mientras comenzaba a sonar la música comencé a jugar con el nudo de la toalla, quería demorar el momento. Me tocaba los pechos por encima con un solo dedo, jugueteaba apretado mi escote con ambas manos, y tratando de excitar aún más a mi espectador, me introducía un lápiz que esperaba paciente sobre la mesa a que yo lo insertara por la estrechísima ranura que dejaban mis tetas. Por su parte, pude ver por la pantalla como Rober colocaba otro lápiz junto a su pene. De repente, como un flash me hizo imaginar que aquel lápiz bien podría ser el sexo de mi marido. ¡¡Guau, que pasada!! Aquel lápiz se veía diminuto, ridículo comparado con lo que su otra mano sujetaba. Aquello no podía ser verdad, yo estaba como atontada. Sustituyó el lápiz por otro tipo de objetos similares a los que yo introducía a la vez por mi escote, en un juego de complicidad que iba haciendo sofocante el ambiente. Como cuando jugueteé con una goma Milán y él puso otra en equilibrio sobre punta de su sexo. Asustaba el grosor, sólo su capullo parecía una mandarina en comparación con aquella goma infantil. Por su parte, dejó los juguetes para dedicarse a masturbarse de pleno tras embadurnarse con algún tipo ...
    ... de gel. A través de la pantalla pude ver como Rober aumentaba el ritmo de su masturbación a medida que el momento esperado se hacía más evidente. Por fin, deshice el nudo de la toalla y ésta cayó deslizándose por los lados, pero, muy maliciosa, tapé mis pechos con las manos antes de que pudiera verse nada. Tan sólo se pudo ver el contraste de color entre la parte que cubría habitualmente mi bikini y el resto de mi piel algo más dorada por el sol. Jugueteé con mis pechos, acariciándolos, sobándolos para ponerlos todavía más duros de lo que ya estaban. Entonces coloque entre ambos un barra de adhesivo y fui alzándolos y bajándolos como si realizase una cubana, pero siempre tapando mis pezones. Entonces vi el frasco de crema junto a la lámpara, que rápidamente sustituí por la pequeña barra de pegamento, apretujándolo con pasión entre mis tetas. Así se parece más, pensé. La segunda canción estaba llegando al final y por fin mostré mis pechos a través de la webcam. Ahora jugueteaba con los pezones, llegué a pellizcármelos e incluso traté de chuparme uno de ellos con la punta de la lengua. Cogí entonces el bote de crema y dejé caer unas gotas sobre mi pecho. Parecía como si se acababan de correr sobre mí. El ritmo que Rober había impuesto a su masturbación era vertiginoso, por un instante me pregunté cómo me sentiría si se moviera así de deprisa al cabalgar sobre él. De pronto contemplé como lanzaba su esperma hacia la webcam, salpicando por todos los lados y como al final, parte ...
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