Los planes de mi familia... no eran los mios...
Fecha: 13/09/2018,
Categorías:
No Consentido
Autor: ogarcia, Fuente: CuentoRelatos
Me llamo Susana, ama de casa, me considero una mujer como cualquier otra con los achaques propios de mi reciente menopausia; piel blanca y menuda de cuerpo excepto por mi trasero, cosa que en muchas ocasiones me ha causado contratiempos con los hombres por su tamaño que, aunque todos ellos dicen que es hermoso, para mí no deja de ser exagerado; por lo que trato en la medida de lo posible de ocultarlo. Sucedió que tras una cena informal con los vecinos se acordó ir a la playa el siguiente fin de semana, es un lugar tranquilo ya que no se considera turístico, aunado a que Ricardo (mi vecino) cuenta con una propiedad allí que ha descuidado desde su divorcio, era entonces una oportunidad para descansar y pasarla en familia. Eran los primeros días de verano y el calor era insoportable, pese a que cómodamente podemos trasladarnos y que el trayecto es corto, tomo una decisión en base a una excusa para no ir y quedarme en casa. - Armando (mi marido), sabes que ese drenaje no se va a reparar solo; no puedes hablar y cancelar cuando sabes que soy yo quien va a batallar toda la semana. - Pero Susy, no hay quien pueda recibirlo; nos vamos con todo y vecinos! (risas) - No Armando, es más, prefiero no ir con ustedes pero que esto se arregle ya!, además Karla (mi ex vecina) no irá y me voy a aburrir como ostra. - Pero como vamos a dejarte mujer!, además te aburrirás mas aquí, ya ves que aún no terminan de habitar el fraccionamiento y en fin de semana esto está muerto. - Esta decidido!, y si ...
... te preocupa que me quede sola le hablo a mi mamá para que se quede conmigo… Así que los vi partir, sin saber que ese día mi vida cambiaría para siempre… Tomé un baño para iniciar fresca la mañana, preparé mi desayuno e inicié con mis labores de casa; cosa que regularmente me distrae y me impide vivir como indigente. A media mañana y con casi concluidas mis labores llamaron a la puerta, abrí pensando que habían llegado para las reparaciones cuando, para mi sorpresa, en la puerta se encontraba un hombre que no correspondía a mi idea de un plomero; alto y bien vestido, con un portafolio y celular en mano. Inmediatamente se presentó como representante de la inmobiliaria con quien tenemos la hipoteca de la casa, afirmaba que nuestra documentación no se encontraba en orden y que había que llenar unas formas. No le di mayor importancia haciéndolo pasar, aunque me resultó extraño que el trámite no se realizara en una oficina; le ofrecí asiento y me pidió le obsequiara un vaso con agua, nada raro considerando el calor que hacía. Me dirigí a la cocina y al salir vaso en mano me encontré con un arma apuntando a mi frente… - Preferiría no utilizarla, me dijo sin dejar de apuntarme, así que haga lo que le diga y no le va a pasar nada… - Que quiere? - le dije con apenas voz - No tenemos mucho en casa, tome lo que quiera pero por favor no me haga nada Sin decir algo y con rudeza me dirigió a la sala y de un empujón caí al sofá, sacó varios cintos de plástico de la bolsa de su saco y me los ...