1. Mi esposa Juanita y su exjefe (V): El trío


    Fecha: 12/09/2018, Categorías: Infidelidad Confesiones Autor: brandonloredo, Fuente: CuentoRelatos

    ... dilatado, luego apunto su verga a la entrada y me punteo, yo respingue un poco, pero aquel de pronto metió su cabezota, yo sentí que me partía el culo, y así fue, porque saco un poco de sangre donde me desfloro el ano, tremenda riata dentro de mi culito. Yo recostada de espaldas a Humberto, y con su verga ya dentro de mi culo, empezó su movimiento de mete y saca lentamente hasta que se aflojara el esfínter de mi ano, Ed. Se bajaba y subía su capucha de su tranca, meneándola de arriba abajo, estaba esperando su turno. Aquel trozo de carne me destrozaba el culo, porque entre más me la metía, más gruesa estaba, pero lo empezaba a disfrutar. Mi puchita palpitante quería más acción. Así lo vio Ed. Arqueada para atrás, no mire que Ed. Se estaba acoplando a la acción, se puso frente a mí, y con su mano izquierda hurgo entre mis pliegues de la vagina, restregándome el clítoris con la punta de su cosota, mi vagina reacciono de inmediato, palpitando como si tuviera vida propia, y se dispuso a recibir. Ed la fue metiendo lentamente, porque la otra verga estrechaba la cavidad, esto estaba de verdad ajustado, yo me sentía llena de verga por todos lados, comento Juanita. Con las do vergas dentro empezamos a movernos al compás, entre gemidos de machos y una hembra caliente, entre estertores y palabras sucias, me emputecían estos dos cabrones, la sensación indescriptible, cogida por dos vergudos, potentes e insaciables, pensé otro día no voy a poder caminar. Tuve no sé cuántos orgasmos ...
    ... infinitos, entre mis gemidos de hembra en celo, y mis machos copulando, la escena era de película porno. Ellos se tocaban mutuamente las vergas dentro de mí, luego entendí cuál era el placer que de ellos al hacer esto, sucede que entre mi vagina y el ano, solo divide una delgada capa de piel flexible, luego entonces los penes se tocan entre sí, provocando una sensación sexual intensa. Cambio, dijo Humberto, y ellos sacaros sus macanas de mi cuerpo, ahora que se les ocurriría a estos pensé, mientras jadeaba intentando tomar aire, la faena había estado intensa. Sudaba copiosamente, mis carnes temblaban de la excitación. Yo con la mirada de pervertida me disponía a complacerlos de nuevo. -Ponte de perrito escuche y yo muy obediente me dispuse a soportar una metida de riata gruesa y potente. Y así sucedió. Humberto me la apunto y de un golpe me la metió hasta el fondo, mi vagina ya no opuso resistencia, Ed, la había ensanchado bien, por su tremendo garrote. Y sucedió la última sorpresa de la noche, mire de reojo como el cubano se acoplaba atrás de Humberto, ¡se la iba a meter también! hoooo, jamás pensé que le gustaría que se lo ensartaran, tan macho que se miraba, pero bueno ahí vamos. Nuestro amiguito el cubano deslizo sus dedos por entre mi vagina llena para obtener líquido seminal para ponerle al otro en su ano, para que deslizara con facilidad, y así la embarro toda la entrada, mi macho cogedor estaba excitado, y me susurraba ala oído, lo rico que sentía que le picaran el culo, ...
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