En el velorio de mi ex suegra
Fecha: 11/09/2018,
Categorías:
Infidelidad
Autor: sandra garcia, Fuente: CuentoRelatos
... encuentren, a ti con las tetas al aire, solo con una tanga negra, y a mi desnudo encima tuyo, bueno a los hombres le va encantar ver tu cuerpazo, lo cual no me gusta, pero en fin depende de ti. Mientras hablaba, todo mi valor desaparecía, me daba cuenta que tenía razón, que había reaccionado demasiado tarde, pero también sentía que mi cuerpo me quemaba, sentía que mi corazón latía a 100, sentía, sentía, sentía, UN DEDO, si el maldito había aprovechado mi duda para meter un dedote en mi conchita y comenzaba a dar vueltas dentro de mi cuerpo se retorcía de placer, no quería que se diera cuenta, pero todo se vino abajo cuando me dijo. - Puta madre, Julia, me has extrañado, estas mojadita, mi amor mi puta, te la voy a meter hasta el fondo, que conchita, mi conchita de siempre, eres la única. Sin más comenzó a bajarme la tanguita negra, que había escogido por el luto, el me la arranco y se la metió en la nariz, entonces se abalanzo y comenzó a comerme la conchita, sus dientes suavemente y su lengua se metían en mi vagina, ya no podía evitar retorcerme de placer, mi mente quería se decente y fiel, pero mi conchita quería verga, esa verga que recordaba tantas noches de placer, el seguía frotando su cara mal afeitada sobre mis partes íntimas, me volvía loca, entonces se detuvo y arrodillándose entre mis piernas, las comenzó a separar, mientras sus ojos no dejaban de mirarme, yo ya no tenía voluntad, y no hacia resistencia, él se agarró su pene totalmente erecto, dispuesto a ...
... metérmelo, pero me quedaba aun un poco de decencia, lo mire con ojos suplicantes y le dije: - Pepe no seas malo, no lo hagas, no lo hagas, estoy casada, estoy casadaaaaaaa... Esa verga conocida, había vuelto a entrar en mí, y con lo mojadita que estaba me la había comido toditita, pude saborear cada centímetro que ingresaba en mí, y las paredes de mi conchita le daban la bienvenida, teniendo contracciones, una y otra vez, mientras mis piernas se atenazaban a su espalda como tratando de tenerla todita adentro, - Ah ah ah, que que rica conchita, ah ah, julita, mi conchita, me extrañaba, ah ah ah Comenzó a meterla y sacarla, una y otra vez, afuera y adentro, afuera y adentro, una y otra vez esa carne entraba en mí, mientras mis caderas trataban de mantener el mismo ritmo, todo se repetía afuera y adentro afuera y adentro, entonces sentí como ese fuego conocido que hace dos años no sentía inundaba mi cuerpo, era un orgasmo violento, que me transformaba, en una perra hambrienta de más verga - Mas mas negro métemela más mas, mas, negro todita todita, no la saques, no todita, mas más... Sin sacarla comenzó se abalanzo y comenzamos a besarnos, como locos, yo sabía lo que el quería, se dio la vuelta y se colocó en posición de la 69, tenía su verga en mi cara, y no dude en comencé a chuparla, estaba saladita con la mezcla de nuestros líquidos, el resoplaba como un chancho. - Que rica bo bo boquita, ah ah ah, más mas, chúpamela más mas... um um Mientras su boca me comía mi conchita, de repente ...