En el baño del patio de comidas
Fecha: 06/10/2017,
Categorías:
Sexo con Maduras
Voyerismo
Sexo Duro
Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster
Esa noche Ana y yo habíamos salido del cine y mi dulce esposa me confesó que no tenía demasiadas ganas de cocinar al llegar a casa; así que me propuso quedarnos a cenar algo de comida rápida en uno de los locales del mismo centro comercial.Pedimos un menú de hamburguesas con papas fritas y nos sentamos en una mesa en medio de la gente.Pronto pude notar que un chico muy joven sentado muy cerca de nosotros no le quitaba la mirada de encima a mi esposa. Ana se hacía la distraída, pero me pareció ver que intercambiaba algunos gestos disimulados con el pibe y hasta le sonreía cada tanto.Lo que me incomodaba de aquellas miradas, era que mi mujercita parecía haberse dado cuenta de que yo también lo había notado; pero ella seguía jugando como si nada.Cuando terminamos de comer, le ofrecí un café a Ana, pero ella lo rechazó, diciendo que necesitaba ir al baño. Se levantó de su silla y, moviendo sensualmente las caderas, se dirigió hacia el fondo del local. Me pareció que, al pasar frente a ese chico en cuestión, le guiñó un ojo. El mocoso sonrió y giró su cabeza abiertamente para disfrutar el bamboleo del trasero de Anita al alejarse.Me dirigí al mostrador para pedir mi café, pensando que tal vez todo era fruto de mi imaginación, pero entonces observé que el chico se levantaba y seguía el mismo camino de mi esposa…… hacia el fondo…Apenas terminé mi café, me levanté para no quedarme con la duda.Entré al baño de caballeros, pero allí no encontré a nadie. Así que, con mucha discreción, ...
... me deslicé dentro del baño de damas…Una de las cabinas estaba cerrada y se oían algunos ruidos; por lo tanto supuse que allí estaba Anita.Sin hacer demasiado ruido, entré en la cabina de al lado y muy despacio me asomé adonde pensé que se encontraba mi mujercita. No me sorprendió para nada encontrar a ese mocoso allí adentro, besándose furiosamente con Anita, mientras la apretaba contra su musculoso cuerpo.El pibe le quitó la camiseta de algodón a Anita y se la puso sobre el cuello como si fuera una toalla. Luego le desprendió con habilidad el sujetador y comenzó a acariciarle las tetas. Ana gimió y enseguida sus pezones se endurecieron; mientras el chico se inclinaba para lamérselos…“Qué buenas tetas, mami…” Le dijo entre lengüetazos. Ella sonrió…De repente él abandonó esas turgentes tetas y empujó a mi esposa por los hombros, haciéndola sentar sobre la tapa del inodoro. Ella sonrió complacida cuando él se bajó los pantalones y le mostró una verga bastante grande y ya endurecida.“Te gusta lo que te vas a comer, mami…?” Ana volvió a sonreír…Ella no dijo ni una sola palabra; simplemente tomó esa verga en su mano. Le pasó un par de veces la lengua a lo largo de todo el tallo y luego se la metió entera en la boca. El pibe cerró los ojos y tomó la cabeza de Ana, obligándola a tragársela hasta el fondo de su garganta. Mi esposa pareció atragantarse mientras ese mocoso la sujetaba por la nuca, marcándole el furioso ritmo de la mamada.Así la mantuvo durante varios minutos, haciendo ...