Mis últimas aventuras - Relatos Eróticos

Mis últimas aventuras

... realizado con Carlos en Buenos Aires, tuvo un gran suceso de venta en toda Europa (Claro que fue subtitulado). Así fue que al otro día de mi arribo, fui presentada en los estudios que se encuentra en la afueras de París, e inmediatamente me presentaron a dos morenos (Negros), los que iban a ser esa tarde mis cogedores. Almorzamos todos juntos. Luego de una sobremesa, en la que no entendía nada, menos mal que Carlos oficiaba de intérpretes, me hicieron ir al baño y aplicarme tres enemas, hasta que el agua salió limpia, ya me hicieron pasar por peluquería, maquillaje y en ropa interior a la cama, donde me esperaban los negritos. Cuando baje mi vista y les vi su poronga, eran en tamaño similar a la de Jorge o más gordas aún. Encomendé mi orto a cualquier santo, porque según lo ya dicho, me lo iban a romper sin ningún tipo de objeciones de mi parte. Al comienzo, era todo manoseo, ya el culo me lo habían encremado bien, para que la pija resbalara dentro mío, con el menor ardor posible. Luego siguió conmigo de rodilla en el suelo chupando indistintamente las porongas que me ofrecían. Me encanta chupar pijas, más si son morenas, brillaban mucho con mi saliva. Luego me hicieron poner como perrito en cuatro patas, mientras uno me ensartaba su descomunal garcha en mi vagina, que realmente me la hizo sentir, el otro me la puso en la boca. Me costó tragarla por su dimensión. En ese momento de lujuria pensé, si le costó al negrito hacérmela entrar en la vagina, ni pensar cuando avance ...

... sobre mi culo. Me la va a hacer sentir en todo su esplendor. Luego la sacó de mi vagina y se la tuve que mamar para que recobrara un poco su dureza. Uno se acostó boca arriba en la cama y me hizo que yo lo montara por mi vagina, me llevó a su cuerpo, con lo cual mi hoyito quedó a disposición del otro morenazo. Sentí como me la fue pasando por toda mi raya, luego sentí cuando me la apoyo en el chiquito y de repente, toda su glande estaba dentro de mí. No tuve tiempo ni de contener la respiración. Ya estaba empalada. Pedí que esperara un minuto, para que mi orto se adaptara al intruso. Yo misma reinicié la penetración, moviendo mi culo como coctelera. Sentí que su miembro iba ingresando en mi recto lentamente, hasta que sus testículos los sentí golpear en mis nalgas. La penetración había sido total. Allí empecé a gozar de la doble penetración. En esos instantes agradecí a Jorge, mi esfínter estaba adaptado para recibir "grandes cosas". Estuvimos serruchando largos (O cortos minutos para mi gusto Je Je Je), cambiaron de posición entre ellos, el que me cogía por la vagina, pasó a cogerme por el culo y viceversa. Luego uno por el culo y el otro por mi boca. Luego de aproximadamente 60 minutos de filmación, con sus respectivos cortes. Me toco chuparles el pene a los dos hasta acabar en mi boca. Salí de los estudios junto a Carlos, que me esperaba para llevarme a su casa, donde estaba mi pequeño con una mujer cuidándolo, sabiendo que esa noche, si o si compartiría el lecho con Carlos. ...