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Una historia maravillosa
Fecha: 23/08/2018, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... pero duros. Los miraba a la vez que los acariciaba suavemente con la punta de las yemas de mis dedos de la mano derecha. Ella se me abrazó rápidamente. -no me mires,… me da mucha vergüenza –dijo, poniendo voz de niña. Tenia que hacerla sentir cómoda así que me levanté y me quite el calzoncillo quedando desnudo frente a ella. Ella se quitó las braguitas y me tendió los brazos. Me volví a recostar junto a ella y nos volvimos a abrazar y a besar. Nuestros cuerpos estaban muy pegados y mi polla se metió entre sus piernas, muy cerca de su sexo. A la vez que nos abrazábamos comenzamos a movernos despacito rozando nuestros cuerpos. Los siguientes minutos fueron muy intensos, ella cerró los ojos y comenzó a jadear muy bajito. Yo la besaba en el cuello y en los hombros mientras no parábamos de movernos así, abrazaditos y con nuestros sexos muy unidos. Al poco rato ella estallaba en un bonito orgasmo, su timidez hacia que no lo expresará con palabras pero los movimientos de su cuerpo no dejaban lugar a dudas. Después se quedo quieta durante unos instantes recuperándose. Abrió los ojos y me sonrió. Se volvió de espaldas a mí y me dijo – abrázame. La abracé por detrás y la comencé a besar en el cuello muy suavemente. Mi polla volvía a quedar entre sus piernas y tenia un tamaño considerable. Tras unos minutos de estar en esta maravillosa posición volví a mover mi pelvis y a pasear mi sexo por el suyo. Ella en ese momento, metió la mano entre sus piernas, cogió mi polla y apuntó con ...
... ella hacia su interior. Yo me limite a hacer un suave movimiento y entre hasta dentro. Los dos suspiramos y comenzamos a movernos suave y rítmicamente. Mi sexo entraba y salía y un millar de sensaciones me recorrían todo el cuerpo. Poco a poco iba subiendo de intensidad y veía venir el final que se acercaba intensa e inexorablemente. Algunas contracciones, una intensa sensación de que ríos de líquidos circulaban por mi interior… me separé de ella. La giré mirando hacia arriba y me puse sobre ella. Quería, necesitaba verle la cara. La penetré esta vez de frente. Poco a poco, a veces hasta el fondo y otras veces solo hasta el principio de su cueva. La besaba y ella me besaba. Puse sus piernas sobre mis hombros, ella cerró los ojos y sonrió. Comenzamos los dos a movernos despacito, en círculos, adentro y afuera. Ella seguía sonriendo con los ojos cerrados y esa cara ya la conocía. Empezó a jadear muy silenciosamente. Cada vez con mas intensidad y nuevamente exploto en un orgasmo. Nos volvimos a quedar en silencio. Al rato abrió los ojos. - te llevo dos de ventaja - llévame los quieras – le dije Comenzó a besarme en el cuello y a lamerme por los hombros y el pecho. -déjame que te miré yo a ti ahora –me dijo Recorrió mi cuerpo describiéndolo a la vez que lo acariciaba. Continuó besándolo. Se puso a cuatro patas y fue bajando con sus besos. Era evidente a donde se dirigía y yo estaba firmemente dispuesto a dejar que llegará. Se puso entre mis piernas de rodillas y me miró sonriendo ...