La confesión de mi chica - Relatos Eróticos

La confesión de mi chica

... todo, si le había gustado. Al fín llegó la noche, llamé por telefono a María: "debemos vernos". Quedamos de encontrarnos en el mismo lugar del día anterior. Una vez con María ni siquiera la saludé, lo único que salió de mi boca en voz baja fué: "me lo vas a contar todo, hasta el más minimo detalle, no omitas nada. después ya veremos" Ella me miró perpleja, era lo último que ella creía que yo iba a decir. Se quedó pensativa durante unos minutos, me veía con la cara de un niño que va a ser reprendido. Ella dijo: "no se qué te pasa, pero espero que compruebes ser la mente abierta que tanto alardeas ser" Yo no dije nada Entonces comenzó: "Tú recuerdas a Fernando del salón C, recuerdas que me decías que yo le gustaba y recuerdas que yo lo negaba, que sólo era tu imaginación. Pues bueno, hace algo así como dos meses que comenzó a invitarme a salir, a lo cual yo accedía viendo en él a un amigo solamente. Pues resulta que casi inmediatamente me comenzó a hacer insinuaciones sobre las parejas libres, sobre los amigos con derechos, etc. esas cosas que te dicen algunas personas esperando calentarte la cabeza. Inmediatamente le dejé bien claro que yo te amo con todo el corazón y que no me interesaba nada de eso, por que contigo siento que lo tengo todo: un amigo, un amante y un confidente. Fernando no se dió por vencido y continuaba con su cortejo, hasta que un día me invitó a un bar del centro de la ciudad en el cual tocan cumbias. tú sabes lo que me gusta bailar, así que acepté. Ese ...

... día me puse un vestido ajustado que me resultara cómodo para bailar y que no me causara mucho calor (un vestido que por cierto a mí me encanta cómo se le vé). Él al llegar al lugar inmediatamente me encontró y me dí cuenta de cómo me observaba, me recorría de pies a cabeza, sentía su mirada en cada rincón de mi cuerpo. yo no le dí mucha importancia y pedí algunas copas, para tomar calor y comenzar a bailar. Una vez que estabamos en la pista y comenzamos a bailar, nuestros cuerpos se pusieron en contacto inevitablemente debido al baile y a lo lleno del lugar. Inmediatamente sentí un bulto debajo de su pantalón que se recargaba sobre mí. Lo primero que hice fué tratar de retirarme un poco pero no lo logré, por lo que le dije: "Fernando, por favor tranquilizate un poco, ya te dije que no eres mas que mi amigo y esto me incomoda mucho". Fernando me miró de una manera muy graciosa y me respondió: "lo siento pero es inevitable para mí, ya sabrás que tu me gustas muchísimo, no lo puedo cambiar y no es mi culpa, eres bellísima". No se qué pasó dentro de mí, pero una especie de hormigueo recorrió todo mi cuerpo, mi corazón se aceleró, traté de zafarme de sus brazos pero él me tomó con más fuerza, lo cual me excitó muchísimo, en ese punto quería librarme de sus brazos porque sabía que estaba a punto de ceder, pero mis brazos no me respondían! Hice un gran esfuerzo y logré zafarme de su abrazo, pasé como pude entre tanta gente, me dirigí al tocador, pero justo antes de llegar una mano ...