Ay mi chinito | El viaje a Italia
Fecha: 04/10/2017,
Categorías:
Gays
Autor: maximusgerry, Fuente: RelatosEróticos
... nuestra habitación, los profesores nos hicieron salir también por la noche para ver Padua por la noche. Preciosa, aunque con el agotamiento que llevaba encima en lo único que podía pensar en aquellos momentos era ducharme e irme a dormir. Llegamos a nuestra habitación sobre las diez y media. ¡Por fin, y esta vez de verdad! Era una habitación bastante sencilla. Tenía dos camas las cuales tenían una mesita de noche en la que había una lamparita, un mueble en el que había un televisor de esos en los que hay que echar moneditas para poder verla. Que cutres que pueden llegar a ser... Además habia un armario para dejar la ropa, pero como nos íbamos a quedar allí solo una noche no lo utilizamos. En la habitación había dos puertas. Una de ellas llevaba a un balconcito que nos brindaba unas vistas preciosas de la ciudad de Padua. Desde allí me parecía ver la basílica de San Antonio, pero como estaba oscuro y solo sabía un poco como era por un trabajo de Italia que hicimos antes del viaje, no supe muy bien si me estaba confundiendo de basílica. La otra puerta llevaba a un baño muy acogedor (aunque parezca extraño llamar a un baño acogedor). Estaba todo recubierto de madera y daba una sensación de como si hubieras vivido en esa habitación durante mucho tiempo. Al poco de dejar las maletas e instalarnos un poco para pasar la noche, llamo nuestra tutora a la puerta para darnos las buenas noches. Le dijimos que después de ducharnos nos iríamos a dormir, y eso teníamos intención de hacer. ...
... -Jiahao, ¿quién quieres que se duche primero, tú o yo? Yo suelo estar bantante rato debajo de la ducha con el agua caliente. - Dije. No habíamos hablado en todo el viaje y, sinceramente, era bastante incómodo. -Dúchate tu primero, así miro de mientras una cosa que me han pasado por el móvil. - Dijo Jiahao. Me pareció que ocultaba algo, pero tampoco tenía razón para sospechar nada de él. Sí que es verdad que no teníamos muy buena relación, pero no era tan mala persona como hacerme alguna putada en medio del viaje, así que lo olvidé y me fui a duchar. Me empecé a desvestir, como hace todo el mundo para ducharse y me puse a escoger que productos iba a utilizar. Los nombres de los jabones estaban en italiano y no sabía cuál era el del pelo y cuál el del cuerpo pero bueno, me las ingenié. Estuve un buen rato duchándome e intentando no masturbarme para que el pobre Jiahao no tuviera que esperar tanto para ducharse y, justo cuando iba a apagar la ducha escuché un sonido. Era un sonido muy débil pero que, cada vez iba aumentando el volumen, hasta que me di cuenta que venía de nuestra habitación. Me pusé las chanclas y sin apagar la ducha me acerqué a la puerta y me puse a escuchar por detrás de ella. ¿Qué era eso? Parecían gemidos. Abrí rápidamente la puerta y lo vi. Estaba Jiahao encima de su cama, sin ropa con el móvil en la mano y con la otra mano se estaba masturbando. - ¡Jiahao, pero qué haces! - Dije casi gritando. En ese momento levanto las dos manos y pude verlo completamente ...