Sexo en la oficina (2)
Fecha: 12/08/2018,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... nada solo di tres pasos hacia atrás y sonriendo atrevida me subí el vestido hasta la cintura mostrándole con todo descaro mi abultada pelvis forrada con la malla de las pantimedias y que en nada ocultaban mi abundante vellosidad, el licenciado se quedó inmóvil y en silencio admirando mi panocha, instantes después reacciono y me pidió que diera media vuelta para que le mostrara mis nalgas, sin siquiera pensarlo me dí media vuelta sosteniendo el vestido en la cintura y le exhibí mis nalgas con toda impudicia moviendo la cadera suavemente en pequeños círculos. Mi jefe se lanzó hacia mí repegando su vergota en mis nalgas y sus manos me acariciaban, con una mano las piernas y con la otra mi vellosidad, mientras me decía al oído que así como yo, velluda y nalgona era la mujer de sus sueños eróticos, metió su mano entre mis muslos abarcando toda mi papaya que frotaba con ansiedad ante mi complacencia en tanto yo frotaba mis nalgas contra su erecto pene, el licenciado intentaba bajarme las pantimedias para tocar mi vello y mi papaya directamente, aunque no era mi idea le ayude enrollando las pantimedias hasta debajo de mis nalgas por temor a que en su desesperación mi jefe pudiera romperlas, entonces su mano entró plena entre mis piernas tocando directamente mi vellosidad y mi mojada vulva e introduciendo su dedo medio entre mis labios vaginales para frotar mi clítoris, la otra mano subió a mis chichitas para masajearlas sobre el vestido, yo guardaba silencio excepto por pequeños ...
... sonidos guturales que expresaban el placer que estaba recibiendo de mi caliente jefe. Me acercó al escritorio donde permaneciendo de pie me incliné apoyándome con los antebrazos y él se sentó en el sillón de tal manera que mis nalgotas quedaron a la altura de su rostro, mientras con las manos acariciaba mis piernas, vientre, vellos y todo lo que de mi ardiente cuerpo estuviera a su alcance, su boca no cesaba de besar y chupetear mis nalgas, por momentos metía su cara en la separación de mis redondeados glúteos para buscar con sus labios y lengua mi apretado culito que se estremecía al sentir su traviesa lengua tratando de meterse en mi ano que rodeado de finos pelitos se fruncía de placer, fácilmente se pudo dar cuenta de donde estaba la llave que libera mi lujuria y esa llave es que me besen el culito, casi todos los novios que tuve en mi soltería y vaya que fueron muchos, me besaron en el culo y a todos ellos sin excepción les mame la verga, hacia casi dos años que no sentía una lengua distinta a la de mi esposo en mi culo ya que a diario me lo hace, tampoco era la primera vez que me besaban las nalgas y el culito entre esas cuatro paredes ya que cuando era soltera sostuve relaciones sexuales en esa misma oficina con algunos de mis jefes anteriores. Mi cachondez llegó al éxtasis y su traviesa lengua en mi culito me hizo llegar al primer orgasmo entre apagados gemidos de placer, el licenciado pasaba su lengua por mi hendidura sexual lamiendo los jugos vaginales que de ella ...