CONFESIÓN DE UN NUEVO CORNUDO - Relatos Eróticos

CONFESIÓN DE UN NUEVO CORNUDO

No hay nada mejor que te ocurra algo que no te hayas propuesto, inesperado, pero a la vez te haga sentirte vivo de nuevo, yo he llegado a una altura en la vida que soy onanista, es decir disfruto más masturbandome que haciendo el sexo con mi mujer, hasta este momento, nunca habia pedido nada en el sexo a mi esposa fuera de lo comun, hemos sido un matrimonio en el sexo serio, es decir hacer lo que se esperaba la sociedad de nosotros y por tanto aburrido. Nuestras edades son de 52 años yo, 49 años ella, podria definir nuestra relación sexual de toda nuestra vida como "mala", aunque si no conoces lo bueno nunca piensas que lo que haces, no concoces realmente el sexo la locura de follar no hablo de amor, hablo de que cuando vayas a dormir, tu cuerpo esta simplemente agotado y satisfecho, no me extendere en el fisico de mi esposa es una mujer, normal se puede definir como una mujer de dos "buenas tetas" y un buen "culo", a mi como un hombre normal con un pijo mas pequeño de lo normal 13 centimetros, yo creía que conocia a fondo a mi esposa, una mujer mas bien "fria" en la cama, de correrse como mucho una vez y no siempre, con poco apetito sexual. Vivimos en una zona de playas, este agosto nuestra hija ya a punto de casaser se a ido con su novio fuera todo el mes de verano dejandonos solos a ambos, este miercoles, fuimos i esposa y yo a cenar, no trabajamos hasta el proximo lunes, en la cena, la estuve convenciendo para tener sexo pero no en casa sino en la playa, os diré ...

... realmente el motivo, en la casa, no podria tenerlo, me vendria el pijo abajo, necesitaba algun lugar que sirviera de excitación, aunque hemos ido miles de veces en estos años, auqneu este año aún no habiams ido, ademas era una buena cena con vino tinto, que a mi esposa la pone mas "receptiva", salimos y buscamos una buena zona, tranquila, fuimos en el coche, cogimos las dos grandes toallas y nos dirigimos a una zona de dunas donde no se ve el mar, junto a unos pinares y ocultos entre altos juncos alrededor. La noche era explendida sin viento, de mucho calor, extendidos las toallas, quedé en slip, ella aun vestida, yo de pie ella arrodillada comenzo a chupar mi pijo, pero este no subía, empecé a darme cuenta que ella estaba mas excitada que de costumbre, se estaba empleando a fondo primero con su boca despues quitandose el vestido y metiendo mi pijo en sus tetas sin quitarse el sujetador, junto a nosotros habia un trozo de arbol sequisimo tirado haciendo arco, sentia como su mano colocaba mi pijo en su canal de las tetas las apretaba, despues lo sacaba volvia a saborearlo pero mi pijo crecia lentisimamente. la primera vez escuché un pequeño ruido, volvi mi cabeza, mi esposa no escuchó nada, estaba centrada en intentar "reanimar" mi pijo, este seguía "morcillón", aunque ella lo tenia todo entero en su boca yo acariciando mis huevos, al mrar no vi nada sospechoso, volví a centrarme, apenas paso un minuto dos lo más, escuché otro ruido, mas bien intuí una presencia, me volví la cabeza en ...