1. Cuñada increíble


    Fecha: 28/07/2018, Categorías: Incesto Infidelidad Autor: Patricio37, Fuente: CuentoRelatos

    Hola, quiero contarles algo que si mi cuñada llega a enterarse, me mata. Lo que sucedió, se supone nadie iba a enterar, pero me gano el deseo de dar a conocer todo esto que para mí fue maravilloso, excitante y hasta increíble. Miriam, es el nombre de mi cuñada, que para el día en que sucedió esto tenía 24 años y se estaba Licenciando de Enfermería, ella mide 1.70m, de tez trigueña, con un cuerpo que le da orgullo el lucirlo, tiene unos senos muy hermosos redondos y grandes que de solo pensarlos me excita, unas piernas bien formadas, y el rostro de su cara es delicado y bello, con unos ojos cafés que hacen que se vea mucho mejor, y por esa cara tan dulce que tiene y lo sería que siempre está, a más que nunca le conocí un novio (me parece que es por el carácter) había llegado a pensar que era virgen y es por eso que me traía con las bolas hinchadas, con unas ganas de cogérmela, pero cada vez lo veía imposible. El día que se graduaba, como una de las mejores de la Facultad, la veía puesto ese uniforme de enfermera por primera vez, a pesar de que ya estaba trabajando en el Hospital de la localidad, y que algunas veces fuimos por ella al Hospital con mi esposa, nunca se ponía falda corta, los vestidos que usaba siempre eran hasta la rodilla y a veces hasta más abajo, y no por eso se la veía mal, no; más bien siempre la mire muy bien, y no solo yo lo decía sino que muchos amigos comentaban de lo bien que está mi cuñada. En fin, como les iba diciendo, ese día estaba con un vestido ...
    ... enterizo blanco típico de las enfermeras que le daba bien arriba de la rodilla, lo que le hacía lucir las piernas, con una medias nilón blancas, y me imaginaba que estaba puesto unos ligueros, lo que hacía que desde el primer momento que la vi mi verga empiece a despertar con tan solo imaginarlo. Mi esposa se dio cuenta y me pregunto el porqué de la hinchazón de mi miembro, a lo que le conteste diciéndole que me había acordado de la noche espectacular que habíamos pasamos. Se rio y me dio un beso pasándome la mano por la verga, y diciéndome al oído, que si quería vayamos a al algún lado y me calmaría. No lo dude por cómo estaba después de ver a mi cuñada, de tenerle tantas ganas; de hecho me pare y le dije que encargue la niña como estábamos en el Teatro de la Universidad, y lo conozco muy bien, puesto que yo saque mi título en esta Universidad; y, con algunas compañeras tuvimos algunos momentos de aquellos, ustedes saben no es verdad; sabía a dónde dirigirme para que nadie nos viera, mientras calmaba esta arrechera que no aguantaba por mi cuñis. Cuando llegamos al lugar mi esposa que no estaba nada mal también se lanzó sobre mí besándome y metiéndome mano en el pantalón queriendo agarrar la verga que ya de por si hasta dolor tenía de lo parada que estaba. Nos besábamos y nos tocábamos por todo lado, yo le metía mano en la vulva y tocaba lo mojada que estaba, le introduje el dedo en la vagina y se alocaba diciéndome que le dé más. —Mi amor quiero que me la metas, estoy tan ...
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