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La Tarde
Fecha: 03/09/2017, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
La Tarde… Mientras notaba como la lluvia empapaba su tunica, se colocó la gran capucha gris y siguió caminando sin rumbo. La tarde se habia vuelto oscura y fria en poco tiempo y las calles de la ciudad parecian dormir. Las débiles luces que ahora se encendían parecían perder fuerza e intensidad a su paso. El viento azotaba su rostro obligándole a entrecerrar los ojos. Mirando al suelo se percato de lo brillante que estaban los adoquines y por un momento una imagen acudió a su mente a la vez que cobijaba sus frias manos en los grandes bolsillos… Ella lo esperaba…en el gran pórtico. Sus cabellos relucían con un intenso color dorado y quedó impresionado por tanta belleza. Para su alivio la dama se cubria con un manto que le arrastraba. Vió como en su mano izquierda guardaba lo que habia venido a buscar. Ella le sonreia sin mediar palabra mientras su larga melena se mecia al compás del viento. Ella tendió la mano y abriendo la palma frente a él, enseñó el premio. Un pequeño frasco violeta tapado cuidadosamente y sellado se balanceba por las lineas de la vida. Lentamente me dispuse a cogerlo notando como me temblaba el pulso. Ella se percató de mi nerviosismo y antes de que pudiera hacerme con el premio cerró su mano y me miró a los ojos. Me quedé sin habla, pues hacia tiempo que deseaba verla pero sabía con certeza que jamás seria igual que antes. Y fue así. Con un último suspiro marché notando sus profundos ojos verdes clavados en mi, con el premio entre mis manos. Ahora ...
seguía caminando. Tenía que cumplir con una promesa…. Las casas desprendían olores inmejorables. Cenas en familia a la lumbre de una buena chimenea, carromatos llenos de provisiones aguardando para épocas más difíciles, juguetes olvidados en sótanos por niños que ya no lo son tanto… Todo eso me fascinaba. Añoraba volver a mi antigua vida. Recordaba aquella infancia, tranquila y feliz en la cabaña de mis tios. Carreras detrás de las ardillas, largos paseos por el frondoso bosque, sueños eternos en mi pequeño pero cómodo lecho…todas aquellas cosas que me hacian sonreir parecían ahora tan lejanas…… Algo perturbó sus pensamientos. La vuelta a la realidad. Oyó a lo lejos un gran trueno. Dos tormentas se enfrentaban a muerte y el choque entre ellas era estremecedor. La piel se le heló y empezó a tener más frio. Siguió caminando hasta doblar la esquina que lo conducía al callejon. Se resguardó de la lluvia bajo el toldo de una taberna perdida y abandonada por el paso de los años. Allí quedó inmovil durante un largo rato que se le hizo momentáneo. Decidió sentarse en el húmedo escalón a examinar el frasco. Lo tomó en sus manos moviendolo y examinándolo con atención. El color púrpura que emanaba eclipsaba sus pupilas. Era magnifico. Pequeño pero a la vez impresionante. Lo volvió a guardar con sumo cuidado y se apoyó cansado en la puerta de madera ahora malgastada y corroída por el tiempo….. Las débiles y frias gotas de la mañana surcaban con temor sus párpados todavia cerrados. Le pareció ...