EL COLEGA DE MI HERMANO (5) El Garaje.
Fecha: 02/10/2017,
Categorías:
Gays
Autor: ZLASKO, Fuente: SexoSinTabues
los chicos ya se habían puesto bastante alegres. La cuestión es que fuera por el baile de José o por los petas y el alcohol, pero ya estábamos casi todos magreándonos los paquetes por encima de los pantalones.… (cada uno el suyo). El calentón de cada uno era mas que evidente, el Adri no me quitaba ojo de encima y se tocaba la bragueta mirándome mas a mi que el baile que hacía su colega José. EL COLEGA DE MI HERMANO (5) El Garaje. Eran las 10 de la noche, y había quedado con Nacho y sus colegas en el garaje del Adri. Yo sabía de antemano lo que iba ha suceder, desde aquel dia en mi cuarto que nos hicimos el trío, José no paraba de insistirme en que quedara con la pandilla. Mi hermano ya me había advertido, que José se había chivado de lo que paso en mi casa y conforme iba quedando con unos y otros para comerles la polla, se lo fue diciendo … vamos que se lo contó a todos. La verdad, no os voy a mentir, de alguna manera tenía que hacer llegar el mensaje … ¿o no? … y ya que José se fue de la lengua, aparte te usarla de otras maneras, pues mejor que mejor. Me vestí lo mas provocativo que pude, unos vaqueros súper ajustados que me marcaba bastante el paquete y me hacía un culo bien apretado, una camiseta de tirantas, para que dejara ver mis brazos musculosos y una gorra negra nike, que me hace un poco macarra y muy varonil. El local que usa el Adri para guardar la moto, era el taller de carpintería de su padre. Este ya esta jubilado y lo utiliza de vez en cuando para algún que ...
... otro trabajillo, como la cunita que le estaba haciendo a su nieto. Conforme entrabas al local te encontrabas a mano izquierda, dos grandes mesas taller con accesorios de carpintería, y un servicio no muy grande, al fondo un apartado para los trastos que no sirven o que guardaba el padre. A la derecha te topabas con un hueco espacioso donde se apilaban tablones de maderas y junto al hueco un sofá de tres plazas un poco antiguo, que usaban los chicos para sentarse … o para otras cosas … ya me entendéis. El garaje del Adri está a diez minutos de mi casa, así que a las diez menos cinco tire para allá. Por el camino me encontré a Carlos, que se dirigía para el local como yo. Me saludó con un pequeño toque en el hombro con el puño cerrado. Carlos: ¿Que pasa tío? … al final te has decidido a venir. Marcos: Si … Nacho me ha dicho que hoy habíais pillado unas botellas de Whisky, y como no tenia ningún plan para hoy … pues me he apuntado a la fiesta. Carlos: Pues claro tronco, tu veras como lo pasamos de puta madre. Carlos es un chico de 19 años, pero que aparenta unos 17, moreno, ojos marrones y grandes, pelo negro corto, buen cuerpo y un culo de esos respingones que a mi tanto me ponen. En el brazo derecho tiene un tatuaje de un tribal que le pilla todo el hombro y en cada oreja un arito pequeño de plata, que le daba un aire muy gamberro. Llegamos y abrimos la puerta corredera del local, y saludamos a los chicos de la pandilla. Estaban el Adri, mi hermano Nacho y Gabi sentados el sillón ...