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40 y 20
Fecha: 20/07/2018, Categorías: Infidelidad Anal Autor: NORA 1974, Fuente: CuentoRelatos
... mmmm siiiii, cógeme ya, le pedí que me lo hiciera en cuatro, porque sé que es como más le gusta, y así lo hizo. La metió sin problema de lo mojada que estaba la vagina comenzó meterlo más rápido y con fuerza yo casi gritaba de placer estaba tan, tan excitada que solo alcanzaba a gemir pensaba que no podía más cuando sentí su mano en mi vagina tocando mi clítoris y ya no aguante más sentí explotar mi orgasmo y descargue todo el juguito. Como vi que aquello estaba llegando a su final, no aguante más y me pase la punta de su verga por el culo necesitaba sentirla dentro, sabía que me dolería porque jamás lo había hecho antes, pero justamente eso quería entregarle ese culito virgen para que me lo rompa y me lo llene de leche, así que yo solita empecé a moverme mucho encima de esa verga y de arriba abajo para que se vaya introduciendo, poco a poco podía sentir como se iba rompiendo y abriendo más y más mi culo que desde ese momento ya no me pertenecía a mí, ni siquiera me di cuenta en qué momento termino de entrar su verga en mi culo lo único que recuerdo fue lo rico que se sentía cuando entraba y salía ...
... su verga y pidiéndole que me dé duro por el culo. Nunca pensé que sería tan rico hacerlo por atrás, después de un buen rato le dije me voy a venir me dijo al oído que rica mi vida empezó a moverse con más intensidad y yo aún mareadita por el orgasmo que acababa de experimentar seguía gimiendo con más y más placer cuando ya sentí sus movimientos más fuertes fue cuando supe que iba a sentir su semen dentro de mi, me puse más a su disposición y me prepare lo sentía jadeante excitadísimo sobre mi sus movimientos cada vez más intensos y sentí explotar su esencia masculina dentro de mi ano que succionaba toda ese delicioso manjar. Quedamos tumbados en la cama sin decir palabra alguna nos quedamos dormidos por un rato. Salimos del hotel me llevo a casa y durante días sólo pensaba en nuestro encuentro, mientras reproducía las secuencias sexuales. Conducía mis dedos hacia la entrepierna. Me sofocaba. Me masturbaba. Únicamente pensaba en el nuevo mundo de sensaciones que me habían hecho sentir nuevamente mujer ahora ha transcurrido un año de ese encuentro seguimos juntos. Sin importar la diferencia de edades.