1. Mi cuñado 2


    Fecha: 19/07/2018, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    Mi primer encuentro con mi cuñado fue como de una película porno. Ya le había contado de nuestro problema para tener bebés. En esa ocasión dijo que me daría un aventón para llegar pronto al trabajo -yo llegaba en 15 minutos en taxi- pero dije que si. Entonces pensé: “¿Y por que no?” Llevaban la misma sangre. 2 Mi primer encuentro con mi cuñado fue como de una película porno. Salimos de gimnasio y me acompaño al departamento que rentábamos su hermando y yo. Ya le había contado de nuestro problema para tener bebés. En esa ocasión dijo que me daría un aventón para llegar pronto al trabajo -yo llegaba en 15 minutos en taxi- pero dije que si. Entonces pensé: “¿Y por que no?” Llevaban la misma sangre. Mis bebés serían como su familia. Nadie lo notaría. Le diría a mi esposo que el estrés de tener bebés me había hecho tener dificultades y olvidaría su pobre conteo de esperma. Cuando subíamos las escaleras nos encontramos al casero que nos saludo amablemente. Pregunto que si había olvidado algo. Le dije que si pero que mi cuñado me daría un aventón al trabajo para llegar pronto. Sonrió burlonamente, yo sonreí más. Al entrar al departamento le pedí a mi cuñado que esperara en la sala, mientras le prepare un agua mineral con jugo. Le pedí que esperara pues tendría que ducharme y vestir rápido. Vi el reloj. Habíamos salido muy pronto del gimnasio. También él había pensado los mismo. Ya lo había notado. ¿Se atrevería? No. Necesitaba un pequeño empujón para que terminara su obra. Y yo ...
    ... estaba puesta para un bebé de su familia, con el bono de una rica aventura. ¡Que perversa! Fui a la recamara y atoré el zipper de la chamarra. En el tono más tierno que pude lo llame. Llego pronto. Le pedí su ayuda para zafar la chamarra. Fue rápido. Quedo frente a mi. Reí. Le pregunte si me ayudaría con el problema que le había contado. El respondió que no tendría ningún problema pero que no sabía nada sobre concepción in vitro. Reí -ya me había empezado a mojar, temblaba de la emoción- le dije que necesitaba esperma de su familia, que, que mejor que su hermano para donar ese esperma, que lo quería a la antigua técnica y que sabía que nunca traicionaría a su hermano, pero que mi esposo jamás lo sabría, a menos que él le contara. Sus ojos se abrieron como nunca antes lo había visto. Note su temblor y su deseo. Pregunto si estaba segura de todo eso. Deje caer la chamarra, después el top, los leggings, le di la espalda para que viera lo que le había cachado mirando en el gimnasio: mi culito. Le respondí que estaba segura. Se acerco y me ayudo con los tines y los tenis. Termino con mi tanga en sus manos. Al levantarse lo bese. Su lengua jugaba con la mía. Rico, rico, rico. Me sentía tan deseada, tan hermosa. Tome su mano. Lo senté sobre mi cama y fui a la ducha. Cuando termine y salí, lo encontré jugando con mi ropa interior y las medias que llevaría ese día a la oficina. Me dijo que le gustaban mis piernas pero que con las medias se me veían mejor. Me recosté y le ofrecí una pierna ...
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