El café derramado
Fecha: 02/10/2017,
Categorías:
Dominación
Autor: Homosensual, Fuente: CuentoRelatos
... cerca de su culo, se alejó un poco y beso la nalga derecha- Sera un manjar -y sin avisarle o prepararla comenzó a lamer su ano. La lengua de su Señor era húmeda y cálida, tan suave y certera. Podía sentirla de arriba, abajo sumamente lento, tomándose su tiempo en probarla; ella estaba temblando, arqueando la espalda y levantando aún más el culo, mientras los dedos de su amo presionaban sus nalgas y las abrían más para acceder más fácil a su culo. -Mi Señor -suspiraba entre gemidos. Sentía como su vulva se empapaba y comenzaba a crecer en ella una urgencia de tocarse.– Ah!!! Mi Señor… -ahogo un grito. Había sentido la punta de la lengua de su amo penetrar su esfínter abriéndolo un poco. -Estas goteando perra. Híncate frente a mí, y baja el cierre de mi pantalón. Lo hizo, se arrodillo ante él y pudo ver como la verga de su amo se encontraba duro contra la tela del pantalón. Voltio a verlo mordiéndose los labios, quería que su Señor la viera excitada y dispuesta a usar su boca para complacerlo. Bajó el cierre y ayudándose con la mano saco la verga dura y húmeda de su dueño. Se acercó y lamio la punta, gimiendo de placer. -¿Quién te dio permiso de lamerme perra? Se alejó del regazo de su amo y aun hincada se inclinó hacia delante y con las manos sobre el piso le pidió perdón. Su dueño la miró enojado y le pidió que se recostara boca abajo sobre sus piernas. -Te estabas portando tan bien perrita, pero me desobedeciste, mereces un castigo. -Si mi Señor -respondió ella sabiendo ...
... que le daría nalgadas. Sus pechos estaban erguidos y sus pezones eran duros y erectos. Cerró los ojos esperando el castigo, anhelando las manos contra sus nalgas. -¡Eres una puta!, ¿Sigues mojándote? -le dijo mientras rozaba con sus dedos su coño- Mis dedos se resbalan dentro -le susurró en el oído haciendo que mojara aún más la mano de su Señor– Serán 5 azotes, cuéntalos. -Uno -dijo ella sintiendo la mano frio y húmeda sobre sus nalgas- Dos -gritó arqueando la espalda al sentir calor subiéndole por los muslos- Tres -ahogó un grito mordiéndose los labios para no gemir- Cuatro -solo quería que su Señor la hiciera suya con su verga- Cinco -frotó un poco su entre pierna con el muslo de la pierna de su Señor. Su amo le pidió que se levantara y que le mostrara el culo rojo por las nalgadas. Ella lo hizo sintiendo como su flujo le mojaba los muslos. –Siéntate sobre mis piernas puta. Y siguiendo sus órdenes se sentó sobre las piernas de su amo, sintiendo como la verga dura y húmeda le rozaba el culo. –¿Lo sientes perra? -le dijo el, respirando fuerte sobre su nuca. -Tómala con tu mano y métela en tu coño ¿eso quieres no puta? -Si mi Señor, lo deseo, quiero su miembro duro -gimió ella mientras tomaba el pene de su dueño y se lo metía en la vagina. Resbaló dentro por lo húmeda que se encontraba. Lo sintió duro y tibio, no pudo resistirse y comenzó a mover la cadera en círculos sobre el regazo de su Señor, y mientras lo hacía su Señor le abrió las piernas y comenzó acariciar su clítoris ...