Una oficina bien montada
Fecha: 01/10/2017,
Categorías:
Hetero
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Después de mi última aventura, me decidí por continuar mis andanzas con los hombres maduros, así que decidí cortar por lo sano con el maravilloso amante del sexo oral que encontré y esperé a ver quien tocaba a mi puerta en esta ocasión. Así llegó a mi vida otro madurito, Andrés, este era un empresario, que tenía su negocio muy cerca de mi oficina, lo que me resultó muy conveniente para cuando deseara citarme con él, éste también era divorciado con hijos mayores, incluso tenía una hija de mi edad, lo que me pareció atractivamente morboso… Al principio me bajó el cielo, la luna y las estrellas, lo que me pareció curioso dado que desde el principio le confesé que era casada y cual era mi situación real, nada me molesta más que crear o crearme falsas expectativas, así que trato de ser lo más honesta posible… Pues bien, cierta ocasión nos citamos en la cafetería del lobby del edificio donde trabajaba, llegó pues a mi mesa un zorro plateado, alto, delgado, maduro, elegantemente vestido, se sentó frente a mi, y me besó la mano, una vez más me sentí derretir… Tuvimos una larga y agradable conversación sobre todo y nada como suele suceder en estos casos…., no sé por qué, pero le di más tiempo a este hombre de conquistarme, cosa que no hice en otras ocasiones, siempre he preferido ir directo y al grano, pero no sé tal vez me hacía falta escuchar algunos piropos y halagos hacia mi persona…, tal vez los intentos fallidos por recuperar la pasión de mi marido habían minado mi ...
... cuatropeada auto-estima, no sé…, pero acordamos de que pasaría por mí al día siguiente para enseñarme su oficina, se despidió de mi, con un beso apasionado y profundo, a mi me dio un poco de temor por que el lugar que elegí era muy peligroso para mi, cualquiera podría verme, pero queridos lectores ¿acaso la adrenalina no es un poderoso afrodisíaco?.... Llegó el día siguiente, yo me vestí como acostumbro, traje sastre de dos piezas, siempre pantalón, dado el calor elegí un blusa de satín naranja de manga corta y unas sandalias de vestir, que resaltaban las uñas de mis pies perfectamente pedicurados, apuré mis asuntos y llegó la hora, bajé pausadamente del edificio y salí con unos lentes obscuros muy grandes, él estaba allí esperándome en su auto, me abrió la puerta y subí, yo un poco nerviosa apreté mi bolso de mano en el pecho, una vez más mis manos temblaban, siempre es difícil la primera vez con cualquiera… Llegamos a su oficina que no estaba a más de 5 calles, y abrió el local estaba solo, el piso inferior estaba a oscuras y subí por la escalera al piso superior que era una especie de tapanco bien acondicionado con muchos equipos de computo y un gran escritorio, me mostró su oficina, me senté en el sillón del escritorio y me dijo: -desde aquí es desde donde te escribo cada día-, -es agradable…, ¿aquí es donde se te ocurre todo lo que dices que harás conmigo?-, así es, él estaba de espaldas a mi, en eso me levanté y el posó sus manos en mis pechos… yo pasé mi brazo por encima de mi ...