La Crema bronceadora
Fecha: 05/07/2018,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... faltado chuparselas. El caso es que lo que tenía que pasar pasó, algo que ella me contó mucho después de que pasara. Un día estando yo de viaje en verano ella se fue a la piscina como muchos otros días. Empezaron a beber y a fumar hasta que ya estaban bastante borrachos y se subieron a la terraza. La hermana de Andrés decidió que se iba para dejarlos solos y allí empezaron a hablar de sus cosas. Mas tarde, él empezó a hacerle masajes hasta que ella estaba manejable. Completamente borracha y suelta, empezó a besarla por el cuello y se fue acercando hasta la boca hasta que se besaron. Al principio ella no quería pero, como me confesó luego, siempre le había atraído la idea de follárselo. Así que se pusieron manos a la obra. Después de besarse apasionadamente él empezó a meterle la mano por debajo de la camiseta. Al principio mi mujer le decía que no hasta que se dio cuenta de que realmente le apetecía. Entonces se dejó llevar. Se quitó la camiseta y dejó que él le amasara las tetas como siempre había querido, incluso hasta hacerle daño. Se levantaron y se fueron a la habitación de él donde Sonia se quitó el bikini. Él empezó a sobarle las tetas a la vez que arrimaba su boca para chuparle las tetas por primera vez. Le chupaba los pezones mientras ella daba pequeños gritos de placer. Él cogía la mano de mi mujer y se la puso en el paquete, que para entonces ya estaba a punto de explotar. Le agarraba la polla con fuerza y le tocaba los huevos. Ella estaba empapada, sobre todo ...
... porque nunca lo había hecho con otro hombre. Andrés le metió la mano por la parte de abajo del bañador y le metió los dedos en el coño, que lo tenía empapado. Mientras ella empezaba a bajarle el pantalón hasta que ambos quedaron completamente desnudos. Después de frotarle la polla por todo el cuerpo empezó a subir hacia la boca de mi mujer, que estaba tumbada boca arriba mientras se hacía una paja y Sonia le acariciaba las pelotas. A medida que se acercaba más cachonda se ponía la muy puta y con más fuerza le apretaba los cojones. Andrés se inclinó mientras se agarraba la polla y le metió sólo la punta del capullo en la boca, pero le encantó. Mi mujer le chupaba el capullo con dulzura, sacando la lengua y pasándola por todas partes para darle el mayor placer. Mas tarde mi mujer decidió que era momento de darle gran placer y, dándole la vuelta, se puso ella encima para tomar las riendas. Después de un leve sobeteo de polla y de huevos decidió darle la mejor mamada que hubiera recibido nunca. Según me contó su polla no era muy grande, de manera que se la podía meter hasta la misma base, los huevos le daban en la barbilla cuando llegaba abajo. Ella subía y bajaba la cabeza como una autentica profesional, mientras el le agarraba la cabeza y se la apretaba contra su polla con fuerza para que no parara. Él estuvo a punto de correrse. Cuando se canso el se puso encima y empezó a acariciar el clítoris de mi mujer hasta que este estaba a punto de estallar. Despacio fue bajando la cabeza ...