1. Mi esposa Juanita y su exjefe (IV): El viaje


    Fecha: 04/07/2018, Categorías: Infidelidad Confesiones Autor: brandonloredo, Fuente: CuentoRelatos

    ... trato, porque de alguna manera intentaba describirme la escena, con pelos y señales. Yo con la verga tiesa escurriendo. Ellos fajándose duro. -Quítame la ropa amor le decía Juanita, -Si amorcito con todo gusto, y se escuchaba el sonido de la ropa cayendo, y el concierto de besos seguía, le había dejado los pantis, solamente y se recostaron en la cama, fundidos entre sí, pegados, restregados con ansias infinitas. -Cómeme la puchita amor, insto a Humberto, y según me conto Juanita, la abrió de piernas, dejando su abultada panocha dispuesta y deseosa de mamada de vagina, el hizo a un lado solamente su panti, y le dio un beso a su vagina, después le metió la lengua hasta el fondo, chupando y excitando su clítoris con la punta de su lengua, yo escuchaba como juanita le decía –Así amor así chúpame la puchita, méteme la lengua más. Yo extasiado escuchando un radionovela porno, -Oh si, Oh si amor, que rica cosita tienes amor, oh si, si, balbuceaba El, mientras seguía con su trabajo. -Luego entonces intercambiaron posiciones, escuche, -ahora chúpamela a mi amor dijo Humberto, y escuche el ruido de un zipper al bajar, -Ay Beto que cosa tan grande tienes, le dijo Juanita, cada vez se te hace más grande esta enorme, Chup, chup, se oían las chupadas de juanita, -Cómetela toda amor, -No me cabe protestaba mi esposita puta, -Tómala puta, tómala, y se la metía hasta la garganta, porque yo escuchaba las arcadas de Juany. -Juanita gemía como niña mimada, entre mamada y mamada de verga de su ...
    ... garañón, de su casanova, -Ya métemela en mi puchita suplicaba. -Los gemidos de él se asemejaban a un toro en brama, cada embestida que daba a la boca de su perra, mezclándose con los gemiditos mimados de Juanita. Yo imaginando la candente escena, sudaba y temblaba de emoción, como si fuera yo a quien se la estuvieran metiendo. -Ponte de perrito le suplico, Juanita obedeció de inmediato, desnuda ya completamente, de un tirón le había roto el pantis, su toro embravecido. -Me la puso en la entrada de la vagina, cuenta Juanita, y sentí la gran cabeza de su verga rosar levemente la entrada, y empezó a meterla lentamente, yo sentí como me llenaba el espacio en su totalidad largo y ancho, pensé, a su medida completamente. Yo escuche nítidamente el largo gemido de placer que emitió la perra, el placer infinito que sentía al tener esa enorme tranca en sus entrañas, provocándole oleadas de placer, orgasmo, tras orgasmo. La poseía, la mordía, la besaba, lo sacaba y se lo metía frenéticamente, ella gimiendo y retorciéndose de placer, la tranca cada vez más dura y grande con una erección épica, cuando se la sacaba le quedaba su vagina abierta, palpitante, como pétalos de una flor carnívora. Yo escuchando, mi verga se negó a pararse esa vez, rindiendo tributo a la macho alfa que poseía a mi mujer. Ellos en lo suyo yo extasiado. Cambiaron de posición y ella se dispuso a cabalgarlo, abrió sus piernas y se apuntó ella misma la tranca chorreante en la entrada de su ardiente cueva. Y de un sentón ...