Inmigrante 01
Fecha: 26/06/2018,
Categorías:
Infidelidad
Grandes Series,
Autor: AMorboso, Fuente: CuentoRelatos
Soy inmigrante en este país. Nací en Johannesburgo, ciudad de Sudáfrica, cercana a Pretoria, la capital. Tengo 32 años, soy muy alto, mido 2,10 metros, herencia de mis bisabuelos. Él, un guerrero Masái que se casó con una mujer médico alemana que había ido a su poblado como misionera. Su hijo estudió también medicina en Alemania y volvió casado con otra alemana. Luego emigraron a Sudáfrica. Todos eran muy altos. Mi padre, también muy alto, estudió medicina en España y se casó con una compañera de la facultad de medicina, de origen americano, que coincidieron en los finales de la carrera, volviendo ambos, al terminar los estudios, a Johannesburgo. He estudiado en dos universidades americanas y una española. Soy doctor en ciencias químicas, biología y biomedicina. Durante mis estudios, he trabajado en algunas de las más importantes empresas y laboratorios americanos, que me proporcionaban los suficientes ingresos, para que, junto a las becas deportivas, pudiese mantenerme totalmente, sin ayuda de mis padres. Al terminar, volví a mi casa para poner en práctica mis conocimientos, encontrándome que, en mi país, no hay prácticamente nada sobre ello, y menos en biomedicina, que es mi pasión. Cuando mis padres decidieron ir a las zonas donde el ébola estaba más activo, decidí que me marcharía yo también. Ir a Estados Unidos, no me llamaba mucho, pero fui para probar y fue una experiencia poco gratificante. Más tarde, mis padres fallecieron víctimas de la enfermedad, aproveché que ...
... tuve que volver a Johannesburgo para dejar el trabajo que no me gustaba. No tengo problemas económicos, porque mis padres me dejaron una herencia, que si bien no era multimillonaria, si era importante y estaba invertida en sitios donde obtenían buena rentabilidad. Desde pequeño y durante muchos años, pasaba mis vacaciones en España, en casa de amigos de mis padres, donde hice grandes amistades, tanto entre los hijos de éstos como con otros conocidos y que fueron los que me convencieron para venir y dejar mi soledad. Entré en el país con un visado de turista, que limitaba mi estancia a 6 meses. Mi intención era casarme con alguna mujer que se aviniese a ello y adquirir la nacionalidad. Gracias a mi altura y corpulencia, no tardé mucho en encontrar trabajo de relaciones públicas en una discoteca a la que acude gente de nivel medio alto y entre 20 y 40 años, por supuesto, sin contrato de trabajo. Y aquí empieza mi historia, la que quiero contar. Ah!, se me olvidaba, el rugby y el taekwondo me han dado una corpulencia no excesiva y una elasticidad cuando me muevo, que junto a una cara que gusta a las mujeres, me hace tener mucho éxito entre ellas. Ya en las universidades no tenía problemas para llevarme compañeras a la cama y ahora, en este lugar, mucho menos. Raro es el día que no me llevo a casa a una u otra. O a la oficina, donde tenemos preparado un hueco para follarnos a las que se ponen a tiro. El jefe, al verme ya desde la primera vez, me encargó de la seguridad y hacer de ...