Me quería declarar y pasó esto... - Relatos Eróticos

Me quería declarar y pasó esto...

... pellizcaba sus pezones. Estaban morados de tanto magreo. - eso nena, ahora esto te va a gustar. Le saca la verga de la boca, está gorda y tiesa otra vez. Se pide tras ella y la empuja hacia Raúl. Ella se da cuenta que se la quiere meter por el culo, mientras Raúl la penetra por la vagina. Ella de un respingo. - ay no papi, la tienes muy gruesa, me vas a romper. - tranquila putita, lo tienes bien abierto ya. - ay no, ay no! Intenta pararse, pero el gordo de los hombros las empuja y somete. - para culo nena. Páralo! - pero papi!? - aah! Ara el culo te dicen. Azotando su manota en la nalga de ella. Sumisamente para el culo, Raúl se acomoda sin sacar la verga y empieza a mamarle la teta. El gordo empieza lento a meterle la tranca en el culo y de un envión se la pone toda. - ahhh! Ahhb! Mmmm! Duele! duele!! Ah aya ay ay! Se queja harto, tiene el ceño muy fruncido y empieza a gemir fuerte como con rabia. - ooohh que rico culo, que rico culo puta. Te entro todo. - mmm viejo de mierda, me duele huevón!! - haha eso es por ahora. Esto es por poner tantos problemas, por no dejarte coger más fácil, más simple. El gordo comienza a cogerla por el culo, frenéticamente. Mientras Raúl le baboseaba​, lamía y mascaba las tetas de mi ...

... colombianita, ahora culeada por todos lados. - ooo toma puta. Me vengo. Me vengo. No exclama Raúl. Soltando su lefa en un largo suspiro. - ooh, me vengo yo ahora, aah! El gordo toma a la colombiana de los hombros y la gira tirándole toda leche en la cara y boca. - ooohh nena, nenita, anda limpiala. Ella toma la verga mamando los últimos restos de la corrida. Tenía semen en la nariz y frente. Ahora tratándome y mirando al gordo, dice: - última vez, última vez viejo panzón! Me oíste. Suelta​ la verga ya flácida, se despega, literalmente, de Raúl y busca su ropa. Puedo ver que tiene el culo rojo por las palmadas, las tetas con moretones, los pezones casi morados, las piernas brillosas y escurriendo lefa de su raja, bajando por sus muslos. Se viste tal cual como llego, se arregla el pelo y se va, al salir veo que se dirige a una puerta, una de las tantas del cité, abre y cierra con cuidado. Mientras por la ventana veo a los viejos riendo y descansando aún desnudos en el sillón. - bueno compadre Raúl, había que aprovechar la oportunidad. Vio? - sí, sí, gracias Gastón. - ahora veremos si hacemos lo misma con la peruana de al lado. Reían, mientras yo, cansado y aun perdido por la situación. Pienso en buscarme otra novia. Saludos.