1. La reeducación de Areana (20)


    Fecha: 27/09/2017, Categorías: Dominación Lesbianas Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos

    ... lenguas. -¡Basta, putas! ¡No es entre ustedes!. Es a esta cachorra que tenemos que cogernos. ¡Vamos! ¡Me siguen en cuatro patas! –gritó Milena dando por descontado que madre e hija la obedecerían y entonces tomó a Margarita de la mano y se encaminó con ella hacia el dormitorio que ocupaba. La muchacha era por dentro una hoguera y su mente un hervidero en el que bullían sus recuerdos, sus días grises sometida a la autoridad enfermiza de sus padres, su esperanza en un cambio rotundo que se iba concretando en ese lugar al que se había atrevido a presentarse. Su excitación iba en aumento y sentía que su concha era ya una catarata de flujo cuando al llegar al dormitorio Milena la derribó sobre el lecho, en el cual quedó de espaldas y presa de la ansiedad. -Ustedes, desnúdenme. –les ordenó Milena a madre e hija, que se irguieron para cumplir inmediatamente con la orden mientras la calentura las tenía temblando de pies a cabeza. Desde la cama y apoyada en sus codos, Margarita seguía con tenso deslumbramiento la tarea de ambas esclavas, que luego de haber quitado las botas de la asistente se aplicaban ahora a la ropa: Areana le quitaba el breve short de jean negro mientras Eva hacía lo mismo con la musculosa blanca. Debajo no había nada y entonces el magnífico cuerpo se exhibió sin velo alguno ante la mirada de Margarita, cuyos ojos admirados eran dos ardientes brasas negras. -Supongo que nunca viste una mujer desnuda, ¿eh, monjita? –dijo Milena. A Margarita le costó responder ...
    ... invadida por una emoción cada vez más intensa, pero finalmente dijo después de tragar saliva: -No, Milena, no… -Mucho menos a tres… -agregó la asistente que mantenía de pie a Eva a su derecha y a Areana del lado opuesto. -Pero en fotos o videos supongo que sí, ¿cierto?, imagino que te metés a chusmear en distintas páginas de Internet… Contestame, Margui. La chica bajó la cabeza, desbordada emocionalmente por la visión de los tres cuerpos femeninos desnudos y dijo en un susurro: -Sí, Milena, soy de… de meterme en esas páginas… -Y te masturbás. -Sí… -admitió la chica después de un silencio. -Bueno, pero ahora vas a saber por fin lo que es una buena cogida, monjita. –dijo la asistente y trepó a la cama luego de ordenarle a madre e hija que hicieran lo mismo. Margarita quedó entre las tres y su primera reacción fue tratar de cubrir con los brazos su desnudez, pero eso no bastó para ponerla a salvo del embate de esas hembras decididas a violarla. Cerró los ojos mientras abría muy grande la boca para respirar, como si la enorme tensión que experimentaba le dificultara enviar aire a sus pulmones. De inmediato sintió que alguna de las tres le sujetaba los brazos en tanto que otras manos la recorrían de pies a cabeza, deslizándose y por momentos oprimiendo y pellizcando fuertemente. Comenzó a jadear y a gemir intercalando súplicas vanas mientras se sentía arder de calentura y su concha vertía cataratas de flujo. De pronto se atrevió a abrir los ojos y vio que era Eva quien le sujetaba los ...
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