La reeducación de Areana (20)
Fecha: 27/09/2017,
Categorías:
Dominación
Lesbianas
Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos
... -Quieta. –le dijo y de frente a ella le ordenó: -Sacá la mano de ahí, Margui. -Me muero de vergüenza, Milena… -murmuró la joven. -Tenés que quitarte a tus padres de la mente, nena. Vinieron arruinándote la vida hasta ahora, pero eso se acabó. Viniste acá porque tenés deseos, querés coger y eso es natural. Olvidate de esa moralina absurda que te impusieron seres igualmente absurdos que te reprimían y te obligaban a vestirte como una ridícula. Que ellos hagan su vida, Margui, pero que no pretendan que vos hagas la vida que ellos quieren. Sos mayor ya, así que vas a vivir como quieras, y ahora sacá esa mano de ahí de una buena vez. ¡Vamos! –la apremió Milena y la chica obedeció deslizando muy lentamente la mano hacia el costado, dejando al descubierto la tupida vellosidad negra que formaba un triángulo sobre el monte de Venus. Milena rió y dijo: -¡No, nena! ¡No podés tener esa pelambre! Agárrenla que la llevamos al baño. -Sí, señorita Milena. –corearon madre e hija y de inmediato tomaron de los brazos a Margarita e iniciaron el camino encabezadas por la asistente. -No, por favor, ¿qué me van a hacer?... no… -se alarmó la chica y amagó con detenerse, pero Eva y Areana la forzaron a seguir andando mientras Milena decía: -¿Qué te vamos a hacer? Vamos a hacer que esa concha se vea decente, sin ese bosque que tenés ahí. -No, no, no, por favor… -suplicó Margui aterrada ante tanto cambio que estaba viviendo. Milena interrumpió la marcha, giró sobre si misma y enfrentó a la atribulada ...
... visitante. -Oíme bien. –le dijo esgrimiendo en alto su dedo índice. –Sacate a tus padres de la cabeza,Margarita. A partir de ahora me vas a obedecer a mí, ¿entendés?, y obedeciéndome vas a descubrir cuánto placer te espera. Vamos, dejate de pavadas y caminá. El tono autoritario de Milena pareció obrar como un rayo de luz en el cerebro de la joven. Supo que había estado toda la vida sometida a sus padres enfermos de moralina y que esa sumisión le había adormecido los sentidos y hecho de ella una ridícula vieja de veinte años. Supo que Milena estaba en lo cierto y que si de verdad ansiaba liberarse y vivir plenamente su juventud debía dejarse guiar por ella, debía obedecerle a ella. Esa convicción la estremeció y volvió a estremecerse de pies a cabeza cuando Eva y Areana la tomaron nuevamente de los brazos y las cuatro reanudaron la marcha hacia el baño. Jamás había tenido contacto físico con una mujer y mucho menos un contacto tan estrecho como esas manos de madre e hija presionando su carne Una vez allí Milena le ordenó a Areana que abriera la canilla de la bañera con agua caliente. -Y vos, acostate ahí de espaldas. –agregó dirigiéndose a la muchacha, que obedeció mansamente. -Vos, perra vieja, sacá del botiquín la brocha, la hoja de afeitar y la tijerita chica. -Si, señorita Milena. –murmuró Eva antes de cumplir con la orden y sintió que su excitación crecía y se estaba mojando mucho, mientras su hija, a espaldas de Milena, se tocaba con el rostro crispado y la vista fija en ...