Me fui a Orlando
Fecha: 05/06/2018,
Categorías:
Infidelidad
Autor: sandra garcia, Fuente: CuentoRelatos
... qué hacer. Yo lo vi muy triste, y no sabía que hacer pues casi estaba a punto de llorar, entonces lo tome de la mano, y sin más le comencé a contar de mis problemas con mi esposo, él saco un six pack, de cerveza y me dice: -Sandrita vamos a tomar por nosotros. Riéndonos de nuestro feliz pasado, tomábamos, lamentándonos de nuestro presente, seguíamos tomando y tomando, no nos dimos cuenta que tan borrachos estábamos, hasta que en una de esas, nos abrazamos, y él se acercó a mí y comenzó a besarme, yo lo intenté rechazar, seria por lo borracha que estaba, pero no hacía mucho esfuerzo, mientras sus manos bajaban las tiritas de mi vestido, corrían el cierre, y pasaba sus manotas por debajo de mi vestido, no podía entender, mis brazos se levantaban para hacerle más fácil dejarme solo en ropa interior, ya tenía su lengua en mi boca, todo me daba vueltas, sentía su cuerpo peludo encima del mío, mi brasier volaba, sentía sus labios en mi ombligo, que bajaba y bajaba, sentía como mi tanguita era bajada a la vez que sentí que mi cuerpo saltaba cuando sentía una lenguota que se introducía en mi cosita. -Que rica conchita, mojadita, ah aha aha ah ah. Yo me retorcía de placer al sentirlo, todo me quemaba y mi corazón latía a 100, entonces me vine, me sentía en otro mundo, hace 6 meses que no tenis un orgasmo así, él se levantó y se bajó su short de un golpe, me asuste al ver una vergota, era mucho más grande que la de mi esposo, yo echada solo podía decir: -Papi, métemela ya ya ya, ahora ...
... toda toda, ahora. Entonces sentí su enorme cuerpo encima mío, sus manos separaban mis piernas, y entonces lo sentí, como esa carne iba entrando en mi rápidamente, como mi conchita se la comía todita, con lo mojada que estaba esa carne estaba toda dentro de mí, y entonces comenzó a salir y entrar, salir y entrar, afuera y adentro afuera y adentro. -Sandrita que rica conchita, ah ah ah, que rica tu conchita me la muerde, ah ah ah. La tenía toda adentro, y mis piernas se cruzaban como tenazas en su espalda como para evitar que se salga, no podía mas me vine otra vez, cuando regrese tenía esa vergota en la cara, me la comencé a chupar una y otra vez, creo que con la justas me podía a meter la mitad en mi boca, pero para él era la gloria. -Puta de mierda que rica len len lengüita, más mas, no pares. Como mujer nunca he entendido como es que le gusta tanto a los hombres que se la chupen, Bill no era la excepción, entonces en forma brusca me la saco de la boca y me la volvió a meter a mi conchita y me daba cada embestida, con violencia, yo me volví a venir, entonces lo sentí regido y sentí como todo su semen entraba en mi todo su cuerpo se contraía para dejarme todo su liquido dentro de mí, cuando termino sentí como su vergaza se retraía y se salía de mí, nos bañamos juntos, y nos fuimos a dormir a su dormitorio. En la mañana me fui a mi dormitorio, a eso de las doce del día llego mi prima, almorzamos los tres como si nada, la verdad es que yo pensé que todo había sido una aventura, ...