Secretos de mi esposa
Fecha: 03/06/2018,
Categorías:
Confesiones
Infidelidad
Autor: Gomez, Fuente: CuentoRelatos
Historia basada en hechos reales, cualquier cosa es coincidencia. Me llamo Jaime Contreras; oficinista. Casado con una bella esposa de 32 años que a lo largo del tiempo supo mantener esa figura envidiable que gusta a los hombres. Con sus pechos sobresaliendo de aquel brassier, junto a su escote muy abierto haciendo notar aquellos montes exquisitos delicados y deliciosos. Mi esposa trabaja en una editorial recibiendo a diario muchos textos por corregir. Todas las mañanas se iba con una falda casi corta, que a veces no dejaba nada a la imaginación ya que al moverse se movía también ese culo redondísimo que tiene, con esas piernas largas, tacones altos. Siempre iba a recogerla a su lugar de trabajo, pero, hubo una semana en las que no me dejaron salir a tiempo para llevarla a casa, ella lo comprendió y no me dijo nada, durante esa semana yo llegaba muy tarde como 11pm. Pero, siempre que llegaba ella no estaba en casa. El primer día de esa semana me alarme demasiado ya que pensé que le había pasado algo, la timbraba no respondía, dejaba mensajes de voz y tampoco, me preocupaba demasiado, cuando estaba por salir a poner una denuncia, llegó. Obviamente ese día la interrogue, me dijo, que habían salido igual de tarde, que no me respondía porque estaba viniendo caminando despejando la mente. Discutimos pero bueno no paso a más. El segundo día de esa misma semana llegue a casa igual de tarde, y al entrar a mi cuarto lo mismo, ella no estaba. El tercer día, igual, el cuarto día me ...
... despertó el abrirse de la puerta era como las 2am y mi esposa llegaba recién, quise dejar de lado las discusiones y cogerla como se debe, mas no pude porque me dijo que estaba cansada, que el trabajo, que lo otro bla, bla, bla. Emputado me dormí. El quinto día me entraron las sospechas, ese día nos habían soltado temprano del trabajo, con mucho ánimo fui a recoger a mi esposa y luego a casa quería hacerla gritar. Cuando llegue a su lugar de trabajo, corrí subiendo velozmente las escaleras (debo aclarar que era de 4 pisos donde trabajaba) toque la puerta de su despacho como 3 veces, nadie respondía, me desidia a entrar cuando alguien por detrás me detuvo, pensé, ”ha de ser mi esposa” me gire completamente y... no, no era ella, era la de los servicios, me dijo que todos se habían ido hace más de 1 hora que les había dado permiso por ser el último día. Salí como a quien persigue el diablo a mi casa pensado que mi esposa estaría esperándome; seguro que hoy si me la follaría que la haría gritar de dolor le daría por detrás y más por delante, la pondría como una perra, me la clavaria sin perdón, mi mente volaba, estaba arrecho. Aparque el auto en la cochera como cualquier cosa, corrí, corrí para mi cuarto, corrí como caballo excitado, ya estaba cerca, solo unos cuantos pasos me distanciaban de mi objetivo, tenía la puerta enfrente, mi mano giraba la manecilla, sin vergüenza, de un tirón abrí la puerta… nada, no había nadie en nuestro cuarto, me encajone y la ametrallé de llamadas, ...