Aventuras de hotel II: pizza delivery
Fecha: 26/05/2018,
Categorías:
Intercambios
Sexo Oral
Autor: Josealberto88, Fuente: CuentoRelatos
Esa noche Tania iba vestida como más me gusta, con un vestidito pequeño y apretado color negro, tacos negros, cabello lacio, labios rojos y una choker o gargantilla en el cuello, súper sexy. Detuve el taxi un par de cuadras antes del hotel, me encanta que camine para exhibirla, y a ella le encanta llamar la atención. Caminaba menando el culo de un lado para otro, parecía que estaba modelando, la gente la miraba de pies a cabeza, un bombón. Llegamos al hotel, esta vez había elegido un hotel en una zona tranquila, estaba en una avenida llena de hoteles y hospedajes, pero frecuentada por parejas improvisadas y hombres solteros en busca de compañía. Entramos en la recepción, tuvimos que hacer una pequeña cola, había algo de dos o tres parejas delante de nosotros, todas las chicas iban muy guapas, pero mi Tania era especialmente deslumbrante. Llegamos al mostrador y el muchacho de la recepción nos atendió muy amablemente, nos entregó las llaves de nuestra habitación, la cual siempre pido con vista a la calle, el control de la tele y un rollo de papel higiénico. Subimos al tercer piso. El hotel no era gran cosa por fuera, pero por dentro estaba bastante bien, lo tenían bien cuidado, en especial las habitaciones que estaban muy limpias y ordenadas. Prendimos los dos ventiladores que tenía la habitación y abrimos las ventanas y cortinas, hace un calor terrible. Me senté en la cama y acerqué a Tania hacia mí. Le subí un poco el vestido dejando ver su culito redondo, me encanta. Lo ...
... sobé, lo besé, lo mordí; ese culo me enferma. Le quité el hilito negro que tenía y le pasé mi lengua por el ano, le encanta que lo haga y que le lama el perineo también. Rápidamente empezó a mojarse, y yo me saqué el pene, giró y se me tiró encima, lo empezamos a hacer, que rico se mueve, le encanta que le abra el culo mientras lo hacemos y que le meta el dedo en el ano. Estábamos en pleno clímax, cuando de pronto alguien toco la puerta. Nos detuvimos y nos miramos, Tania se quedó en la cama sobándose la vulva con los dedos. -Quien? -pregunté-Su pedido señor. -respondió una voz al otro lado de la puerta. Abrí la puerta y había un repartidor con una caja de pizza en la mano. -Señor Gonzáles? -preguntó el repartidor.-No. -respondí. El repartidor miró su recibo y con sorpresa me dijo. -Disculpe señor, fue mi error, es en el 402 y este es el 302, disculpe.-No te preocupes. -le dije. El repartidor subió por las escaleras y desapareció. Cerré la puerta y me volví hacia Tania que seguía jugueteando con sus dedos en la cama. -Se había equivocado. -le dije a Tania.-Si, pero que rico, la hubieras recibido nomas. -dijo Tania riendo.-Jajaja si bueno, olía muy bien.-Voy a llamar a la recepción para ver que tienen de comer. -dijo Tania, dándose vuelta y acercándose al velador cogió el teléfono. Mientras hablaba y aprovechando que estaba boca abajo aproveché para seguir lamiéndole el culo, Tania reía mientras hablaba por teléfono. -Amor, no tienen nada más que papitas y gaseosa, pero yo quiero ...