mi cuñado y mi sobrina 2 - Relatos Eróticos

mi cuñado y mi sobrina 2

... relajate nena no te voy a romper, vas a ver que te va a gustar despues, al principio duele pero despues es solo placer, yo te lo dije recuerdad. !? Dandole un beso en sus labios para callar sus posibles gritos y agarrandole los brazos sobre su cabeza con sus fuertes y enormes manos dejo caer su cadera traspasando el himen que no opuso resistencia en la avanzada de su fuerte invasor. Claramente vi como ella se retorcia del dolor provocado mientras el se alojaba con mas de medio pene dentro de ella, sin moverse solo para que ella se acostumbrara a su verga. Un poco mas tarde el empezo a moverse suavemente, sacando un poco y volviendo a entrar, a medida q iba pasando el tiempo y que ella se iba acostumbrando era mas lo que sacaba. Hasta q llegaba a sacarla toda para volverla a meter y asi ir acelerando sus embestidas cada vez mas fuertes. - ooh dios que rico. Se siente demasiado sabrosa tu cuquita, estas muy apretadita. Te gusta verdad. !? - papi me duele mucho. Se siente raro tu pene, esta muy duro. Falta mucho. !? - si mi amor, apenas estamos comenzando. Aguanta, ya vas a empezar a gozar Lo veia tal cual largo era. Estiraba sus piernotas y colocaba las palmas d la mano sobre el suelo, como si hiciera flexiones pero solamente moviendo sus caderas a veces con fuerza y otras veces con suavidad y debajo de el staba ella, unas 2 o 3 veces mas pequeña que el, con sus piernas bien abiertas para poder alojar a su "papa" entre ellas, su carita staba pegada a su pecho y sus manos ...

... aferradas a los lados de su abdomen. Una imagen demasiado increible. No pasaron mas de 15 minutos viendo como ese enorme hombre follaba de manera tan rica con mas de media verga dentro de ella. Acostado detras de ella levanto una de sus piernitas y la volvio a clavar y seguir dandole verga de una forma tosca y sin ritmo pero muy rico. Una mano en su hombro y la otra sosteniendo su tobillo. Y su cadera moviendose en un furioso mete y saca. El sonido que hacian sus cuerpos no podia escucharlo muy bien pero ver la entrada de ese grueso pene q era evidente q quedaba apretado en la ya roja y babosa vagina d la nena quien ponia gestos de dolor y tambien de placer con cada embestida de su "papito" Sobre una silla que estaba alli la deposito en 4 y agachandose bastante tras de ella fue clavado nuevamente en su vaginita su barra de carne que contrastaba entre lo morena de la verga y la rosada vagina. La tomo de la cadera con sus dos grandes manos que abarcaban su cinturita y movia casi salvagemente cada embestida casi furiosa y ruda, su enorme cuerpo sudaba a montones para entonces y cada gota de sudor caia sobre el cuerpecito, sobre todo en la union con sus nalgitas que parecian sonar por la humedad de ambos cuerpos - ah dios que rico, esto es increible_ proferia el mientras sus embestidas hacian crugir la silla donde se allaba aferrada ella - que cuquita tan rica, apretadita y calientica. Mira como ya se acostumbro a mi verga. De ahora en adelante vas a ser mi hembrita sabrosa - hay papi, ...