1. Lucia


    Fecha: 19/05/2018, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Eran las 4 de la tarde Lucia estaba en el salón, tumbada en el sofá, adormecida viendo uno de esos programas insípidos de la tarde, mientras su marido se acababa de ir a trabajar. De repente llamaron y Lucia se sobresaltó. Hola Javier Que taldijo el? Bien pues ya ves, descansando un poco. Pues mira por donde yo me he dicho: Voy a llamar a Lucia igual tiene ganas de pasar un rato agradable conmigo. Pues la verdad es que te he echado mucho de menos y desde la semana pasada ya te tenia yo también ganas. Bueno pues si te parece nos quedamos en tu casa hoy. Vale, aunque tengo que decirte que el último día me puso muy cachonda hacerlo sobre la mesa de tu despacho. Por cierto: Te he comprado un portalápices nuevo, este no es de cristal, así no podrá romperse. ¿Has echado la llave por detrás de la puerta? Si claro no nos vayan a pillar Sin más preámbulos Javier se sentó en el sofá junto a Lucia. Esta se puso cómoda, se tumbó en el sofá apoyando su cabeza en el reposa brazos, mientras subía su pierna derecha al respaldo del sofá y reposaba la otra sobre la mesilla situada a su izquierda dejando así vía libre a todo su flanco central. Iba ligerita de ropa: camiseta de tirantes bastante holgada pues era de su marido y unas preciosas braguitas blancas. Javier sin pensárselo dos veces se sumergió entre sus firmes muslos y subiendo despacio hacia su entrepierna le dijo: Umm que bien hueles me encanta tu olor. Mientras apretaba firmemente con su mano sobre las braguitas de Lucia, sintiendo ...
    ... así traspasar su calor. Javier dejó colar suavemente su lengua por el lateral de sus braguitas, rozando así su bello . Se colocó de rodillas entre sus piernas y con las dos manos le tiró suavemente de sus braguitas con la intención de desprenderse de ellas mientras con un gesto le indicaba que subiera su culito para facilitarle la faena. Javier empezó a comerle todo su sexo, mientras Lucia permanecía con la espalda arqueada, Javier mordisqueaba sus labios y con la puntita de su lengua jugueteaba con su clítoris. Lucia empezaba a inquietarse, pues estaba cachondísima, este siguió jugueteando hasta ponerla a mil por hora, entonces se oyó gritar a Lucia: Métemela toda hasta el fondo, no puedo más, me tienes cardiaca perdida. Javier puso su lengua dura y se la metió lo más fuerte y dentro que pudo moviéndola a buen ritmo como si de un gran pene se tratara. Hasta que notó a Lucia corriendo por su lengua, con ese sabor tan especial que la caracterizaba, delicado y salado a la vez. De pronto Lucia cogió la cabeza de Javier entre sus manos y descansando ya la espalda sobre el sofá lo acercó a su boca y le dijo: Bésame y déjame probarme. Se fundieron en un gran beso, mientras parecía que Lucia intentaba recuperar son su lengua todos sus fluidos, mientras ella se reponía del clímax, Javier se incorporó para quitarse la ropa, una vez desnudos los dos prefirieron dirigirse al dormitorio. Lucia de un pequeño empujón dejó a Javier sentado en el borde de la cama, mientras se le encaramaba ...
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