Las siete vidas del gato - Una vida menos para el GATO
Fecha: 25/09/2017,
Categorías:
Gays
Autor: relatosdesexgay, Fuente: SexoSinTabues
Acá les seguiré publicando uno a uno los relatos de como mi primo el gato perdió sus siete vidas, pero si no quieres esperar tanto en mi perfil esta mi pagina favorita donde encontraras la saga completa Como les conté en mi relato anterior, mis experiencias con hombres mayores iniciaron a los 12 años con mi primo El gato. Desde pequeño mi cuerpo empezó a formarse demasiado rápido, a mis 13 ya parecía de 16, eso me lo decía mucha gente. Mi pecho era de gran tamaño como si hiciera ejercicio, al igual que mis piernas y mi trasero que provocaba muchas miradas en todos los lugares a los que asistía. Desde mi experiencia con El gato ya no me atrajeron mucho los chicos jóvenes, la verdad no me parecían muy atractivos, con uno que otro tuve algún rollo en esa época, pero ninguno me llenaba como yo me lo merecía. Mi barrio era nuevo, aun con muchas casas en construcción, obras que tomábamos entre amigos como lugares de juegos. Un día jugando con algunos amigos del barrio me escondí dentro de una casa que estaba frente a la mía y aun le faltaba poco para ser terminada, justamente la parte trasera donde se encontraba el patio había un lugar cerca a el lavadero donde habían tres ventanas que eran de una casa vecina, en la ventana que se encontraba más cerca a el lavadero vivía un anciano, el vivía solo físicamente no era para nada atractivo la verdad le faltaban algunos, dientes se vestía mal, y también olía mal, ya estaba entrado en años y no tenía mujer, nunca supe sobre su pasado y ...
... muy pocas veces cruzaba palabra con él, ese día yo me encontraba en el lavadero escondido cuando vi que el anciano se asomó a su ventana; yo cortésmente lo salude y el me devolvió el saludo con una sonrisa y luego me guiño un ojo. Yo solo seguí escondido como parte del juego con mis amigos y no le preste mucha atención. Después de 10 minutos aquel anciano seguía mirándome fijamente y cuando lo pille me guiño de nuevo el ojo, yo le seguí preguntando cosas de su vida y allí me contó que vivía solo y esas pocas cosas que supe de él. Unos días después estaba solo en casa y volví a el lavadero de la casa en construcción a ver si él estaba allí en su ventana, para mi sorpresa allí lo encontré y lo salude, el me guiño el ojo de nuevo y yo decidí hacer lo mismo. Allí empezó todo nuestro rollo. seguimos así hasta que cayó la tarde eran ya como las 6 y me fui a comer algo, espere a que mi familia comiera también y se fueran cada uno a sus habitaciones, aproveche y me puse una camiseta algo ajustada que resaltaba mis pectorales, y una pantaloneta muy corta que mostraban mi gran y provocativo trasero; me fui para el lavadero y espere a que el apareciera. 5 minutos después él se asomó y de nuevo nos coqueteamos. Había unas plantas en el lavadero que me tapaban de la cintura para abajo, así que las corrí un poco. Cuando lo hice el hombre quedo asombrado al ver mi forrado culo, así que me hizo señas que me bajara la pantaloneta yo me puse nervioso pues nunca había mostrado mis nalgas a un ...