MI AMOR PROHIBIDO: PARA AMAR Y NO CRITICAR CAPITULO 1
Fecha: 23/09/2017,
Categorías:
Gays
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
... abdomen bien marcado y sus pectorales muy sexys para su corta edad. Cuando llegaba el momento de irse, me entristecía y no podía reprimir mi deseo de masturbarme pensando en el y con la ropa que dejaba aquí en mi casa. Ya me lo había ganado, Gian me admiraba totalmente, me veía con un ejemplo a seguir, le hablaba de la vida, de como ser exitoso y me miraba atento. Me tenía loco, en sus manos. Pero el ni se lo imaginaba. Ni nadie. Con el tiempo, la confianza se fortaleció mas, llegaba solito a mi casa casi todas las tardes, y sus padres depositaban su confianza en mi y estaban felices de que Gianluca me quería como si fuera un tío, pues así me llamaba, tío Luis. Me entristecía a la vez, pues mi intensión no era esa, sino hacerlo para mí, hacerlo mío y no separarlo de mí jamás. Era mi obsesión, mi necesidad, mi ilusión. Estaba dispuesto a darle todo y anhelaba ese día en que pudiera amarlo y hacerle el amor, comerme esas nalgas que tanto me enloquecían, tener sexo con él y disfrutar cada centímetro de su hermoso cuerpo. Eran mi hombre ideal, mi amor platónico. Pasábamos tardes increíbles, veíamos películas juntos y me encantaba su ingenuidad, era un chico juguetón e ingenuo, travieso y pícaro pero tierno a la vez, ya se sentía con confianza de llegar a mi casa y adueñarse de ella y eso me encantaba, por que eso quería que entendiera, que mi vida y mi todo serían parte de el. Una tarde de sábado, esperábamos la pizza para iniciar a ver una película en mi recamara, como de ...
... costumbre y peleábamos por usar un sillón reclinable muy cómodo que tengo pues a mi me encantaba estar allí, y a el también. Llegó la pizza y fue a recibirla y aproveché para ganarle el sillón, cuando regresó y vió que estaba allí, juguetonamente me dijo que ese era su lugar, y, no podía creer lo que hizo: camino hacia mi, se veían hermoso, con cara de pícaro retándome a quitarme, solo traía su short deportivo que le enmarca perfectamente el culo, sin zapatos ni camisa, su cabellito alborotado de tantas horas en la alberca, bronceadito, que abdomen! Que músculos! Caminaba lento hacia mi ordenándome quitarme de su lugar con una sonrisa malvada y sexy y yo intrigado en qué se animaría a hacer y retándolo a que no me quitaría, fue entonces cuando se puso frente a mi, se dio la vuelta y se sentó arriba de mi. me sentí demasiado excitado al sentir sus tremendas nalgas en mis piernas y él, en su ingenuidad, pensaba que me incomodaba y accedería a quitarme de su lugar, no se imaginaba lo caliente que me ponía, sus nalgas se sentían deliciosas y el me decía: váyase de mi lugar, yo no me quitaré, haré que se enfade y se quite- muy seguro de si mismo y retante- y yo lo retaba a que él sería quien perdería, esa era mi táctica pues conocía que como todo hombrecito de retos, no se movería y me dejaría seguir disfrutando sus nalgotas, aunque para disimular un poco hacia un esfuerzo fingido por quitármelo de encima y el como todo macho se aferraba a no quitarse. Yo estaba calientísimo, mi pene ...