EsposasPerfectas.com - Cap 9 - Relatos Eróticos

EsposasPerfectas.com - Cap 9

... Asistencia obligatoria."

El mensaje final me estremece

"Recuerde Maríe, ya no se pertenece a usted. Su vida es y será un homenaje y ofrenda permanente a su Marido. Bienvenida al Club de Esposas Perfectas."

Con los ojos humedecidos y el pecho inflamado, cierro luego de 10 o 15 minutos lentamente el mi nueva portátil muerta de cansancio, en otro momento seguiré con todo esto de momento es demasiado para mi.

En el espejo, veo mi reflejo, parezco muy distinta, diría en paz, mucho más dócil, más solemne, y sin duda mucho más radiante.

Al cerrar los ojos reconozco que he cruzado un umbral invisible. Ya no solo soy lo que era, ahora soy una esposa, que forma parte de una élite, el círculo perfecto y secreto para mujeres cuyos maridos rigen sus vidas y las registran como socias del Club de las Esposas Perfectas.

Una sonrisa se dibujó sola en mi rostro, seguramente si me viera descubriría una gran dosis de miedo con piscas de fascinación.

Sin mediar tiempo abro los ojos me siento en mi cama abrazando mi cojines y digo en voz alta, "Todas las palabras de mi marido cobran más sentido ahora, esto es muy grande, más de lo que creía".

Una hora más tarde aproximadamente, me despierto sola, por lo visto me dejan descansar un rato más, contenta digo tengo más tiempo!!!, por ello voy de inmediato hacia mi escritorio, tomo la compu y vuelvo enseguida a mi espaciosa y cómoda cama repleta de cojines y almohadas y con ello retomar lo que he dejado pendiente.

Nuevamente ...

... el saludo en francés al abrirla, la bienvenida pomposa al ingresar al club, y busco el foro de esposas, quiero saber que hay allí.

Cuando la pantalla se abre dentro de la sección delForo de Esposas, siento una leve opresión en el pecho.

El diseño era sobrio pero solemne, allí se muestra un gran salón digital con muros recubiertos de terciopelo color marfil y lámparas de cristal que pendían de un techo imposible, iluminando con reflejos dorados cada rincón.

En el centro, una mesa ovalada se extiende hasta el infinito. Sobre ella, los perfiles de cada esposa brillaban como medallones suspendidos en el aire. Cada medallón mostraba un retrato pulido y una inscripción discreta con sus iniciales y título.

Allí en un espacio aparto del resto unas cuantas imágenes solas, y al acercarme me veo allí yo presentada, dudo unos segundos antes de pulsar sobre el marco que aún no tiene foto, y con ello abrirse y poder leerse

"Madame Maríe de Saint Germain Moreau (mSGM) – Esposa del Archiduque Francoise Sylvain Saint Germain Moreau (SGM), xx/xx/2025"

El retrato se iluminó y, de inmediato, voces suaves comenzaron a desplegarse, como si fueran susurros compartidos en un salón real.

Allí estaban ellas. Decenas de mujeres, algunas jóvenes, otras maduras, todas con el brillo sereno en los ojos y el mismo collar que yo he recibido en mi kit pero, que aún no llevo en mi cuello, recuerdo en ese momento como mis doncellas me lo han quitado al vestirme hoy temprano.

No quiero ...