1. Mariana y una lección de sexo


    Fecha: 11/11/2025, Categorías: Hetero Autor: Pepitito, Fuente: CuentoRelatos

    ... encuentro con una cena en un sitio a dos cuadras de donde estábamos. La cena transcurrió con el mismo tenor de íntima cordialidad. Al terminar la acompañé hasta su departamento.
    
    En la puerta del mismo, cuando me estaba por despedir, surgió la pregunta que yo esperaba.
    
    —Oye Carlos, todo estuve estupendo y te agradezco. Te propongo subir a mi departamento para tomar una copa para retribuir tantas atenciones. ¿qué te parece?
    
    —Encantado, si no es una molestia para ti.
    
    —Por favor, me encanta.
    
    Y allí fuimos. Me tomó de la mano y subimos un piso. Abrió la puerta y encendió las luces. Me miró con esa mirada acaramelada de la que yo me había enamorado, que interpreté como una invitación a besarla. Y así lo hice.
    
    Tomé su rostro con ambas manos y acerqué mi boca a la suya. Me recibieron unos labios abiertos y una lengua ávida de pasión. Abrazados y besándonos como si nos fuera la vida en ello, estuvimos un largo rato de pie. Dando pasos cortos como bailando, nos acercamos a un sillón y nos arrojamos sobre él, mientras seguíamos nuestro abrazo matizando con toqueteos buscando los sitios más excitantes.
    
    Mientras Mariana buscaba mi entrepierna, por mi parte conseguía tener en mis manos aquellos pequeños senos por encima de su blusa. Todo esto en silencio, salvo hondos suspiros y respiración agitada. En un momento dado, tomó la iniciativa y tomándome de la mano me llevó a su dormitorio.
    
    Lanzados sobre la cama y sin dejar de besarnos, fuimos despojándonos del calzado ...
    ... y de las pocas ropas que llevábamos. Desnudos frente a frente pude ver su cuerpo, era como yo lo había imaginado. Destacaba entre su entrepierna una mata de pelos enrulados que señalaban su pubis y sexo. Como amante de los coños peludos me sentí reconfortado, esperando el momento de gozarlo.
    
    Abrazados y besándonos dimos vueltas sobre la cama una y cien veces. En una de esas, Mariana se liberó de mis brazos y se apoderó de mi verga que, de más está decirlo, estaba dura apuntando al techo. Fue en ese momento que comenzó la felatio mas impresionante que recibí en mi vida. Tomó el ariete con ambas manos y se quedó unos minutos mirando detalladamente cada milímetro del falo. Con sus dedos tocaba suavemente toda la superficie desde la base hasta la punta y se detenía a observar las venas que parecían reventar. Luego tomó los testículos y los sopesó, mirándome con picardía.
    
    Sacó la lengua y con la punta de la misma empezó a lamer la zona comenzando con el perineo, luego los gemelos, después la verga recorriéndola de abajo hacia arriba en múltiples ocasiones. Lo hacía muy despacio y suave, lo que me producía una indescriptible sensación de placer. Esto lo repitió durante varios minutos, solo se detenía para observar la verga y luego continuar. A continuación, la sesión siguió, pero con la lengua completa. Otra vez desde los testículos hasta el glande repitiendo el recorrido muchas veces, mi verga quedó empapada por su saliva.
    
    De inmediato retiró el prepucio dejando el glande ...
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