Casada e infeliz – parte 3 - Relatos Eróticos

Casada e infeliz – parte 3

... a la entrada de mi vagina y me la fui metiendo, miraba como poco a poco iba abriendo mi vagina con su glande grueso y brillante, mi vagina se expandía para darle cabida a todo ese grosor, sentía como me llenaba toda, la punta de su verga como si llegara a mi estómago, comencé a subir y bajar mintiéndome su verga lo mas profundo con cada sentón que me daba, nuestros cuerpos chocaban con cada estocada que nos dábamos, Roberto comenzó a meterme su verga a gran velocidad y gritaba Aaaaaa Aaaaaaa Siiii Aaaaaa

Por mi parte mis gritos también eran super fuertes, gemía como toda una perra en celo y pedía más, mi gran orgasmo se acercaba sin que lo pudiera evitar, cuando de repente escuché la voz de Jacinta que nos decía les traje algo de comer y tomar para que repongan energías, justo en ese momento tenia mi gran orgasmo, yo solo gritaba del placer.

Jacinta se retiró de la habitación y Roberto me dice, no te preocupes por Jacinta, ella ya esta acostumbrada, no eres la única que ha venido aquí, Roberto me puso en cuatro y se subió encima comenzó a meterme su verga con todas sus energías, chocaban sus bolas con mi cuerpo, me estaba destrozando mi vagina con su verga, la metía con toda su fuerza, yo solo gemía del placer, así duro un rato, después de una horas de estar teniendo sexo Roberto se puso encima mío en posición de misionero y comenzó a penetrarme fuertemente, bufaba como un toro y comencé a sentir su verga mas caliente y mas gruesa, sabia que se iba a correr, mi cuerpo ...

... comenzó a reaccionar con movimientos mas acelerados, mi vagina expulsaba mas liquido lubricando mas la verga de Roberto.

Sentí los chorros de semen caliente que salían disparados de la verga de Roberto, chocando con mi útero, en ese momento tuve un orgasmo intenso, sentía como mi vagina expulsaba todo su liquido por la excitación, la verga de Roberto vibraba por la intensidad y los espasmos de su eyaculación, Roberto gritaba con todas sus fuerzas Aaaaaaaaaa, Siiiiiiii, Meeeeeee Coooooooorrrrrroooooo Aaaaaaaaaaa Aaaaaaaaa

Nos quedamos acostados tomando un poco de descanso y nuestras energías, Roberto se fue levantando de encima mío, aun no me sacaba la verga dentro de mi vagina que estaba llena de todo su semen, comenzó a sacarlo poco a poco, como quien no quiere que se derrame ni una sola gota, también deseaba lo mismo, luego Roberto fue por las bebidas y comida que Jacinta nos había traído.

Me envolví con una toalla para ir a la cocina y llevar la loza, allí estaba Jacinta, me daba un poco de vergüenza verla a la cara, así que le pedí disculpas por lo sucedido, Jacinta soltó una risa muy tranquila y me dice.

Jacinta – No te preocupes señorita, no eres la primera que viene, otras chicas ya han estado aquí y te digo la verdad, ellas no se intimidaban por mi presencia, hacían como si nadie estuviera, así que siéntase en toda su libertad, las demás no usaban ropa durante el tiempo que estuvieran aquí, solo cuando ya se iban a marchar.

Valeria - Tomare su concejo y ...