1. Neverland 37


    Fecha: 07/10/2025, Categorías: Dominación / BDSM, Gays Incesto Autor: CesarEmperador, Fuente: SexoSinTabues30

    ... indicios de intenso orgasmo que había tenido. — No se preocupe… — me dice el adulto cuando con interés y preocupación veo al nn. — desde los 10 años, mi hijo, tiene sus orgasmos así de intensos. Solo en casa y aquí le doy permiso para que los tenga — le da un beso en los labios a su hijo, al soltarse, su hijo me mira y me dice — otro señor Lalo, otro por favor. — Puso una cara, como cuando mi hijo quiere salirse con la suya que no pude decir que no. A pesar de que el nn hacia menos de dos segundos se había desmayado.
    
    Tome el frasco de lubricante más cercano que hallé,lo destape y dejé caer una buena cantidad en mi mano. Con mi boca le doy un masaje a las bolas del nn. Mis dedos lubricados chocan con su orto cerrado pero al hacer una nada de presión entre sin ningún problema. Lubrique muy bien su interior. Deje caer otra buena cantidad de lubricante en su ano ya rojizo. Con ayuda de dos de mis dedos lo abrí. Para que entrara el lubricante. Mi corazón palpitaba al mil.
    
    Me acerco hasta el rostro del nn y le beso sus labios rosados. Con ayuda de mi mano ubico su entrada y con los restos de lubricante que escurrían moje mi glande hinchado. Un leve empujón me abrió las puertas del paraíso. En un segundo la mitad de mi verga estaba dentro de él. Caliente y húmedo. Volteo a ver al padre del muchacho y con una sonrisa llena de lujuria, me guiña el ojo lo cual interpretó como su permiso para hacer con su hijo lo que me venga en gana.
    
    Otro empujón más y mi pelvis tocó las ...
    ... nalgas estiradas del nn. Ohhhh cielos, se siente tan delicioso estar dentro de un nn!!!
    
    Mis manos se apoderaron de sus piernas y pude sentir sus músculos tensos. Mi boca devoró la suya con una intensidad animal. Mi cadera, la moví en un vaiven fuerte. La suavidad de su interior, junto con su firmeza y lubricación hacían que sintiese un sinfín de sensaciones. Nos seguimos besuqueando. Su lengua jugaba con la mía, mientras su respiración y gimoteos eran marcados al compás de mis embestidas. Mordí sus diminutos pezones y esto no hacia otra cosa que calentar a mi amante en turno. –ahhh, ahhh, ohhh, ahhh maaaa…– lo escuchaba decir y a tan solo dos metros de distancia ví como un hombre más maduro que yo había elegido la posición de perrito para poseer a mi hijo. Sus caras se veían llenas de placer y lujuria. Pero más me hirvió la sangre cuando ese hombre saco su verga escurriendo en lubricante, cayó pesada y brillante. Y con su mano golpeó las nalgas de mi hijo David. Él grito… Más bien gimió fuertemente de placer. Y su rostro cayó sobre la almohada. El hombre me vio y levantó su dedo pulgar, junto con una enorme sonrisa.
    
    Me encendí tanto que un momento cambie mis embestidas fuertes y torturantes por golpeteos de mi cadera hacia el orto del nn. Sus ojos se abrieron como platos, grandes. Su boca también se abrió y no hice otra cosa más que escupir en ella. El muchacho se trago mi escupitajo. Un chorro fuerte de meos y precum comenzó a brotar de él. –no se detenga, quiero más… ...