La gorda de la finca
Fecha: 23/09/2017,
Categorías:
Sexo con Maduras
Voyerismo
Sexo Duro
Autor: stevepower1985, Fuente: xHamster
... camioneta entrando a los terrenos de la obra, veo a don José que venía en dirección contraria a mi, en bicicleta, saludándome. Yo sabía que la señora Rosa estaba completamente sola, ya en ese sitio vivían solo los dos.La verdad no estaba en mis planes estar con una mujer como la Sra. Rosa, pero algo me hizo desviarme a su casa. Estacioné la camioneta a dentro de su sitio. Al bajarme, pude ver como ella estaba bajo las parras cociendo algo. Me acerque a saludarla y a pedirle permiso para pasar a tomar unas medias. Ella me dijo picaronamente que " me daba la pasada " ....Y se rió.Comencé a caminar al fondo del sitio. Sabia perfectamente que ella me estaba mirando, di vuelta la mirada y efectivamente ella se había puesto de pie, apoyada contra uno de los postes del parrón me miraba alejarme. Llegue como a la mitad del sitio y oculte bajo unos árboles fuera de la vista de la Sra. Rosa. Espere como 5 minutos, sin hacer nada, y volví a la casa.Yo sabía que ella lo quería, pero yo aun no estaba decidido, no me gustaba, pero sus pechos me hacían fantasear. Volví a mi camioneta, ella apoyada en la puerta de su casa, mirándome. Me despedí de ella y ella de mi, con su mirada insinuante. Pensé un poco y me baje nuevamente, acercándome hacia ella, con la excusa de solicitarle un vaso de agua.Ella me hace pasar al otro lado de la casa, donde había una especie de pérgola y donde había una llave. Comencé a beber y a mojarme el cabello, comentando sobre el gran calor que hacía.Yo sabía ...
... perfectamente que ella lo quería, pero hablaba muy poco, solo se limitaba a contestar mis preguntas. Pregunté por Don José y me dijo que estaba trabajando en la parcela de un amigo durante toda la semana, eso quería decir que estaba completamente sola y que Don José no regresaría hasta que empezara a oscurecer. Sin embargo, esa timidez, no me dio pie para continuar la conversación o insinuarle algo y me tuve marchar.Al otro día , nuevamente en la tarde, venía en mi camioneta a la misma hora y nuevamente me topo con Don José montado en su bicicleta, rumbo a la parcela de su amigo. Esta vez seguí de largo, pero al pasar por los terrenos de Don José, pase lentamente y me encontré a Doña Rosa, mirándome desde el pórtico de su casa. Se notaba que estaba ahí esperándome a que yo pasara. Ya estaba completamente seguro de lo que la señora quería y me decidí a dárselo.Estuve en la obra como media hora y cuando estaba todo funcionando, tomé mi camioneta y me fui a la casa de Don José. Entre con mi camioneta, dejándola bajo unos árboles tratando de que de la calle no se viera. La Señora Rosa, al sentir el sonido del motor, sale a la puerta y nuevamente me saluda con una pícara sonrisa. La saludo y le pido permiso para entrar a medir.Igual que el día anterior me voy al fondo del sitio, me demoro como 10 minutos, como si estuviese trabajando y me devuelvo a su casa.Me acerco a conversar con ella. Su vestido de una sola pieza, delgado después de muchos lavados, hacia relucir su gruesa figura ...