Mi tía, mi madre
Fecha: 20/04/2018,
Categorías:
Incesto
Autor: claudiob, Fuente: CuentoRelatos
... garchando a mi madre, pero Carolina nos hizo colocar de costado y ahí besó desde mi ano hasta el de su hermana, pues desde que su lengua salía de mi culo y volvía a entrar durante mucho tiempo no la registraba y eso que disfrutaba como esa traviesa lengua se restregaba contra mis pelotas. Estaba disfrutando como nunca lo soñé cuando, Carolina, haciéndonos girar de forma que mi espalda quedó contra el piso y mi madre encima de mí, se sentó sobre mi cara y me pidió que se la chupe, y tirando su cuerpo hacia adelante le dijo a mi madre que hiciese con su culo lo mismo que ella había hecho con el suyo. Mi lengua jugaba con la vagina de Carolina, y en algunas ocasiones mis labios succionaban su clítoris. En ocasiones mi lengua iba hacia su perineo y se encontraba con la de mi madre que llegaba a él desde su culo. No sé cuánto tiempo estuvimos haciendo esto pero creo que fue mucho y en un único grito acabamos los tres juntos. Creo que fue ese compartido y gran orgasmo el que despertó a Carlitos, pues este comenzó a llorar, por lo cual dimos por terminada nuestro trio. Si bien la sesión de sexo entre los tres ...
... acabó no finalizó la que tenía con mi madre, pues nos fuimos a bañar y allí ella se encargó de hacer que mi pija volviese a estar en condiciones de garcharla. En el momento en que estaba por descargarme le pregunté si no era peligroso que lo hiciese en su interior y ella me dijo que no porque después que yo nací decidieron con mi padre no tener más hijos por lo cual se cuidaba, con distintos métodos y que actualmente estaba utilizando un DIU. Esa noche mientras cenamos le dijo a su hermana: “Te dejo a mi hijo, hijito al que has convertido en padre y con lo cual a mí en abuela, convenceré a Mario para que acepte que Carlos, ya vez que lo estoy llamando Carlos y no Carlitos, jijiji, se quedará acá trabajando. Obvio no le diré que ustedes se han casado, por lo cual no se lo digan ustedes. ¡Cuídense de lo que le dicen! Y no se les ocurra decir que yo disfruté también de la poronga de Carlos. No se lo diremos hermana, pero olvídate de volver a coger con él. Yo iba a protestar pero preferí no hacerlo y continuar gozando con Carolina, que estaba viuda a hacerlo con mi madre, la que estaba casada y encima con mi padre.