Me sacó las lágrimas
Fecha: 22/09/2017,
Categorías:
Gays
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Con una calentura tremenda, desde mi recámara, escribí este relato que envié primeramente como una fantasía a Claudia, mi caliente novia. Ella lo tiene todo, pues es una hembra nacida en un cuerpo de hombre, o sea que es del sexo perfecto. La historia empieza así: Claudia: Hoy acordamos castigarnos sexualmente el uno al otro. Lo sorteamos y yo gano, yo voy a castigarte sexualmente primero. Admiro tu sensualidad de arriba abajo y sonrío. ¿Qué sucede? me dices. - Estoy admirando a la hembra que me voy a comer -. - Luces un hermoso vestido de lycra que deja ver tu cuerpo femenino. Te acuesto y te ato las manos a la cabecera y las piernas, abiertas, a las patas de la cama. Empiezo a acariciarte poco a poco, recorriendo delicadamente con mis manos tu cuerpo por encima de la ropa. Mis labios se posan en tus piernas enfundadas en delicadas medias. Recorro tus piernas y llego a tu pie. Por entre la zapatilla chupo delicadamente tus deditos. - Mhmmm -. Mis manos se van hasta desaparecer bajo tu vestidito. Toco tu liguero y me pides que acerque mi mano a tu rico trasero. Me retiro y me desnudo totalmente. Mi pene está en total erección y te lo muestro. Lo acerco un poco a tu rostro y tratas de alcanzarlo, pero no puedes, estás atada. Me siento a horcajadas en tu abdomen. Apenas siento tu clítoris, duro, queriendo atravesar la tela y tocar mi trasero. Mis manos se van a tu pecho y con delicadeza bajo el escote para dejar al descubierto tus pechitos. Me agacho y mis labios se apoderan ...
... de uno de tus pezones y luego de chupar con fuerza un rato, me apodero del otro. Llevo las manos a tus costados y aprieto tus pechitos. Estás gimiendo, y temblando. Con lentitud cambio de posición. Sigo a horcajadas en tu abdomen pero ahora con la cara hacia tus pies. Mi trasero está sobre tu abdomen y mi pene está sobre la tela que cubre tu clítoris. Me inclino y mis manos recorren tus piernas, con sus medias sedosas. Empiezo a explorar bajo tu vestidito. ¡ Bárbara ! tienes durísimo el clítoris. Desato tus piernas y te quito despacio, con cuidado, la pantaletita. Está empapada. Con la prenda en las manos vuelvo a voltearme hacia tu rostro y observas cómo huelo tu pantie, aspiro el aroma de tus jugos. Me recuesto y con desesperación beso tus labios, luego tu cuello, tus oídos. Dejo a un lado tus pantaletitas y coloco mi pene en uno de tus pezones. - Me voy a venir, mi amor. - Me dices entre suspiros y nuevamente mis labios y lengua rinden tributo a tu cuerpo. Más besos y recorridos con mi lengua. Chupo con devoción tus deditos a través de las medias. Te descalzo y sigo chupando al tiempo que me insistes en que te posea. Hago lo mismo con tu otra pierna. Después de un rato me acuesto entre tus piernas y acerco mi rostro a tu entrepierna. Apoyas tus pies en la cama y levantas tu clítoris, intentando restregarlo en mi cara. Te tomo de las caderas y jalo hacia abajo. Tienes que esperar. Mis manos van hasta debajo de tu vestido para tocar tu delicioso trasero. Con tus pies apoyados ...