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Adicta y obsesiva
Fecha: 13/04/2018, Categorías: Bisexuales Fantasías Eróticas Autor: NiñitaCaliente1, Fuente: CuentoRelatos
El vecindario era lindo y tranquilo, no podía quejarse e incluso le gustaría que su hogar hubiera sido en un lugar así. Camino hasta la puerta y toco el timbre y luego la puerta, espero unos tres minutos para volver a hacerlo pero obteniendo de nueva cuenta el mismo resultado. Sacó el papel con la dirección y confirmó que ese era el lugar. Fue entonces que escucho una risa infantil proveniente del jardín trasero, rodeó la casa y al asomarse pudo ver a un niño de dos años jugando con carritos y un robot en el césped. Se acercó y se sentó frente a él llamado su atención al instante. —Hola, bebé. Yo seré tu niñera hoy ya que la maestra está muy ocupada —hablo con un tono dulce y risueño— Soy Laura, ¿cuál es tu nombre? —Ati. —¿Ati? Oh, Matti. Muy buen pequeño, vamos a seguir jugando para que el tiempo se vaya rápido. En ese momento se escuchó un golpe seco dentro de la casa y optó por decirle al niño que se dirigiera hasta la cerca, no quería que Matti fuera a ver lo que creía que pasaba allí dentro. Corrió la puerta de vidrio que daba paso a la cocina y entro viendo todo muy tranquilo; fue ahí cuando un hombre con barba de tres días, musculatura impresionante y varios tatuajes en cuello y brazos bajo por las escaleras. Esta murmuraba cosas inentendibles y cuando se topó con Laura la miro sorprendido de arriba a abajo. Sabía que la maestra intentaría seducirla sin resultado alguno, pero la idea de dejarla con más ganas era divertida. Por eso se había puesto una blusa de tirantes ...
... que dejaba ver su ombligo, una falda que apenas cubría su zona íntima y un leggins morado para remarcar sus piernas. El hombre sonrió mostrando los dientes y se acercó a ella acorralándola en la pared y moviendo su entrepierna hacia adelante. —Vaya, ¿cómo fue que este ángel cayó del cielo? ¿Acaso el ángel querrá darme un rato feliz y convertirse en diablesa? Soltó una risilla antes de colocar sus manos en el pecho contrario y meter su rodilla entre las piernas del hombre. —Habrá que ver si funciona. Se besaron con intensidad desde el principio y ella salto para enrollar sus piernas en las caderas del mayor. Este camino hasta que dejó caer a Laura en el sillón, ella levanto su blusa provocativamente y justo cuando estaba por destapar sus pechos un zapato impacto en la cara del hombre haciéndolo retroceder. —¡Aléjate de ella, Andrés! —escucho la voz furiosa de Cindy desde las escaleras. La escucho correr y finalmente la sintió abrazarla con fuerza contra sus enormes pechos. —Diablos, ¿cómo iba yo a saber que ella es Laura? —¡Es la única chica joven hermosa aquí! —tomo aire con fuerza y volteo a verla más calmada—. Él es mi hermano Andrés. Después de aclarar todo eso Andrés se fue y aunque Cindy la invitó a tomar algo prefirió ir al patio para seguir cuidando de Matti. De eso ya habían pasado dos horas y Laura jugaba a guerra con pistolas de agua, había terminado toda empapada y con la ropa pegada a su cuerpo. Cindy la miraba embancada desde adentro y tuvo que salir corriendo a ...