Después del concierto - Relatos Eróticos

Después del concierto

... verdadero caballero y no me había cogido aprovechando mi desmayo provocado por el exceso de margaritas…Necesitaba usar el baño. Abrí la puerta y salí al pasillo así, casi en bolas. Después del baño sentí sed y fui a la cocina por un vaso de agua.Al volver encontré a Javier, acostado en un sofá del salón, vestido con un diminuto slip, que le marcaba bien la verga erecta…De repente se estiró y se despertó, encontrándome allí frente a él, casi en bolas y observando su musculoso cuerpo en la penumbra.Sonrió y me preguntó si estaba bien. Le expliqué que había tenido ganas de ir al baño y de beber agua. Mientras hablaba, no podía quitar mi vista de su entrepierna, donde el bulto me parecía verlo crecer cada vez más. Evidentemente, Javier se estaba excitando de verme allí casi desnuda…Entonces él notó mi mirada y me guiñó un ojo diciendo que yo ya había visto lo que había debajo de su slip…Mientras tanto, él no dejaba de mirarme las tetas…De repente me dijo que mi tanga se estaba humedeciendo. Me toqué y le respondí que era por su culpa. Me respondió que su abultado paquete era por mi culpa, mientras se lo tocaba…Le advertí que se le iba a poner más grande, pero Javier dijo que ya no. Se quitó el slip y me mostró esa verga en toda su magnificencia… Yo la miré sin culpa.Comenzó a masturbarse lentamente. Me olvidé de que era una mujer casada y que ese hombre era un buen amigo de mi esposo.Le tomé la mano y fuimos al dormitorio. Lo hice tumbar de espaldas sobre la cama; me quité la ...

... tanga y me arrodillé a su lado.Comencé a pajearlo muy despacio entre mis dedos. Javier no podía ocultar esa tremenda calentura en su mirada...Poco a poco me fui agachando hasta que mi boca se cerró sobre su grueso glande y la paja entonces se convirtió en una mamada.Puso sus manos en mi cabeza y me fue marcando el ritmo hasta que me detuvo, se incorporó y se puso a mis espaldas. Me hizo inclinar sobre las sábanas y me tomó por las caderas, penetrándome desde atrás por mi concha humedecida.Me cogió todo el tiempo muy suave y mi excitación fue en aumento, tanto que muy pronto alcancé un orgasmo increíble. Javier disminuyó el ritmo de su penetración para darme tiempo a disfrutar de mi orgasmo y luego volvió al ritmo de antes. Le pedí que me cogiera con más ganas, que no se reprimiera y él me obedeció agradecido; comenzando a bombearme con mucho más ímpetu…Cuando me desperté estaba sola en la cama. Totalmente desnuda, con restos de semen en mi vulva; esta vez me dolía la concha…Tenía varios mensajes de mi adorado esposo, preguntando si la noche había sido larga. Le dije que me había quedado en la casa de una amiga que vivía bastante cerca del lugar del concierto.Fui al baño a darme una buena ducha caliente y relajante.En la cocina encontré a Javier, que me había preparado un café.Sonrió y yo le dije que fuera discreto con lo que había sucedido. Mi esposo nunca debía enterarse de nada.Por toda respuesta Javier tomó mi mano, me llevó otra vez a la cama, me quitó el jersey por encima ...