La pertenencia (17): El juego
Fecha: 21/09/2017,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Erotismo y Amor
Autor: ibarra.heber, Fuente: CuentoRelatos
En nuestro almuerzo de despedida alinee su futuro. "Felipe te va a llamar. Varias veces." "Ya me ha llamado. Recién, en el trabajo." "¿Cómo fue?" "Me dijo que tenía que verme. Le dije que no fregara, que estaba en el trabajo. Todos me oyeron." "Muy bien. Te va seguir llamando, fuera del horario de trabajo. No le hables de mí. Sigue seca, cortante. Insúltalo sólo de manera indirecta. Déjale que te siga llamando, pero con displicencia. Pon en duda que él amerite tu tiempo, pero concédeselo con el desprecio de quien le tira un hueso a un perro." No me miraba seria como en otras ocasiones. Irradiaba un entusiasmo alegre, pero al mismo tiempo satisfecha, satisfecha de si misma y de su nueva posición. Una vez más, no era ni tan nueva, era como que la hubiese tenido desde siempre. En Santiago nuestra siguiente sesión de terapia de pareja me tenía una sorpresa. "¿Hace cuánto tiempo que no incorporan algo nuevo, entretenido, a su vida sexual?" "Mucho. ¿Nuevo como qué doctora?" Ya me había rendido en la batalla por convencerla de que los psicólogos no son médicos, ni siquiera tenía un doctorado, no por desmerecerla, era muy buena. Sentía que su mirada me atravesaba igual que la de Ana. ¿O era sólo mi paranoia culposa? "Como ir a un sex-shop y ver si se les viene alguna idea interesante. Pueden ser tantas cosas distintas. No hace falta que les guíe en eso, sólo tienen que darle permiso a su imaginación para que vuele y tener suficiente confianza como para buscar juntos." ¿Cachetearla y ...
tratarla de perra cochina? Lo dudo. Fuimos. No dejó de ser interesante. Tenía que llevar a Andrea a una de estas en La Paz. Le dimos atención a una buena variedad de vibradores, consoladores y herramientas suaves de estimulación anal. Habíamos experimentado con el sexo anal cuando Felipe aprendió a dormir. Nunca le convenció. Le puso su mejor esfuerzo, pero no había caso, no era lo suyo. No fue que yo la convencí de hacerlo, ella quería revitalizar nuestra vida sexual. Pero sin que lo disfrutara, para mí tampoco tenía gran atractivo. "¿Y esos disfraces? El de colegiala me gusta. Hacerlo con un profesor es una fantasía mía de cuando lola. Nunca te lo había contado." Se conservaba extraordinariamente bien, pero me pareció que igual se iba a ver rara en ese uniforme. "¿Y esa mini con ese peto?" Le mostré cuando se empezó a formar una idea en mi imaginación. "El juego de roles puede ser el juguete más excitante para algunas parejas." Era una gringa avezada en el tema. Veníamos recomendados a su tienda. "Eso es como lo que llevaría puesto una prostituta para trabajar en la calle." Dudó. "Eso es justamente lo que es. Para jugar a la prostituta y el cliente." "¿Te gusta Matías?" "Más que gustarme, me inspira para un juego interesante." La tipa se fue a atender a otro cliente. "Llevémoslo entonces." Estaba medio convencida, más que nada curiosa de conocer mi idea. "Cuéntame, cuál es tu idea." Habíamos salido en su auto. "Quiero que seas una prostituta, pero nueva. Una mujer como tú ...