Mi nuevo empleo en el granero
Fecha: 20/08/2025,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: Karlisgime, Fuente: TodoRelatos
... hacia esos clásicos movimientos de cuando quieres penetrar a tu hembra, es decir , a su yegua.
Me acerque un poco mas hacia el y me metí su verga un poco. Que placer, que enorme cabeza, como lo estaba disfrutando, no me aguante mas, y dándole la espalda me puse en cuatro y me empecé a coger yo sola empujando el culo hacia atrás y moviéndome como verdadera puta, que placer..
Asi estuvimos un rato hasta que ninguno de los dos aguantamos mas y nos venimos casi al mismo tiempo, llenándome el culo de tremendos chorros de leche hirviendo haciendo que yo también me eyaculara.
Eso fue maravilloso, ningún hombre me había provocado tanta excitación y tan enorme placer, como ese hermoso corcel.
Procedí a limpiarle la verga con la boca, bebiéndome sus jugos que me supieron a gloria.
Termine de bañarlo, me limpie como pude y me vestí. Luego fui en busca del granjero para avisarle que ya había terminado mi trabajo, mirándolo con una gran sonrisa de satisfacción que no pude disimular.
Terminaste amor, me dijo con una picara sonrisa.
Si señor le respondí de una manera muy educada.
Bien, te gusto? dijo mirándome de una manera extraña. Si señor, respondí un tanto desconcertada.
Que bien me da gusto, por que ahora tienes que bañarme a mi, tengo una dolencia en la espalda que no me permite moverme y mucho menos agacharme. y empezó a desvestirse delante de mi ante mi mirada incrédula y llena de asombro, apenas podía asimilar aquello que me estaba diciendo.
Yo iba ...
... a protestar cuando se baja el pantalón y los calzones y deja al descubierto tremenda verga que me hizo recordar a el hermoso corcel. Trague saliva y toda colorada, apenas pude pronunciar un si claro, sintiendo entre las piernas como me empezaba a mojar nuevamente.
Apretando el labio con los dientes, me acerque a el y lo ayude a entrar a la regadera. Tome los implementos que me dio y ampece a lavarle la espalda, luego el pecho, luego los brazos, luego me arrodille a lavarle las piernas, luego, luego,…luego me quede paralizada al ver frente a mis ojos, justo junto a mi cara, una hermosa, tremenda, grande, gruesa y cabezona verga como jamás había visto en mi vida, bueno, después de la del hermoso corcel.
Al verme toda apendejada, llena de estupor, el buen hombre me dijo, vi como te gusto lavar al caballo, ahora quiero que a mi me laves igual que lo hiciste con el, dijo socarronamente.
Como? me había visto? dios mío, pensé, trágame tierra, nunca hubiera imaginado que alguien me hubiera visto. Entonces, y mi padrastro? me habrá visto también? no mames, me va a matar, dios mío ayúdame, pensé toda preocupada, en verdad.
Para entonces ya le estaba lavando la verga al amable granjero y vi como se le paraba mas y mas y se le iba poniendo mas y mas dura, uffff, que hermoso ejemplar, pensé, sintiéndome mas y mas mojada entre las piernas. Me di cuenta como me crecían los pezones y se me ponían duros duros, de excitación.
El hombre aquel se dio cuenta y me empezó acariciar ...