Esther: despedida de soltera en familia (11) - Relatos Eróticos

Esther: despedida de soltera en familia (11)

... chicas, no lo entiendo muy bien pero por alguna razón papá decidió que sería lo mejor; mientras él vivió yo no pude tener amigos hombres ni mucho menos un novio, incluso lo intenté por un tiempo con chicas y no estuvo mal, pero la verdad era que eso no me encantaba, siempre soñé con un chico que me rescatara de mi familia, que me alejara de todo lo que odiaba de mi vida, y creo que para mi hermano pasó algo parecido, pues tampoco a él lo dejaban interactuar con chicas, algo que con el tiempo supimos que tenía que ver con el miedo de papá de que yo quedara embarazada o de que mi hermano preñara alguna chica y de esa forma cuartara su futuro. El problema fue que al limitar de esa forma nuestras vidas sociales… bueno, no lo sé, dicen que la naturaleza siempre encuentra el camino y el caso fue que encontré en mi hermano al hombre que me hacía falta y supongo que de parte de él pasó lo mismo conmigo, porque después de aquel primer beso que nos dimos, todo se nos fue de las manos.

Julia hablaba de una forma tan embelesada de lo que había vivido con su hermano, que apenas me atrevía a respirar pues no quería que se detuviera, quería escuchar cómo había comenzado todo, cómo lo manejó, qué fue lo que sintió, pues estaba segura de que lo que ella vivió con Felipe, fue algo muy similar a lo que me pasó con Rodrigo.

- No lo sé, aquello pasó como un juego, estábamos en el jardín de la casa, perdiendo el tiempo y diciendo tonterías cuando él me retó a besarlo - expresó con una ...

... nostálgica sonrisa en el rostro y los ojos empañados en lágrimas - al principio me asusté y de hecho casi salgo corriendo, pero luego lo vi y fue como si por primera vez hubiera visto al hombre que se escondía bajo la piel de mi hermano, de pronto se había convertido en un chico apuesto y varonil que me hacía sentir muy extraña, así que no lo pensé mucho antes de aceptar su desafío y corrimos a escondernos en un rincón de la casa para besarnos. Ni siquiera sabría cómo describirlo, fue como sentir toda la felicidad del mundo en un minuto, sentir sus labios acariciando los míos, sentir por primera vez la lengua de un hombre jugando con la mía; mi cuerpo se calentó en segundos, me estremecía entre sus brazos, fue demasiado increíble, demasiado perfecto - un suspiro escapó de su boca mientras sacaba un pañuelo y se arreglaba el maquillaje, así como también se limpiaba las lágrimas del rostro.

- No fuimos capaces de detenernos a partir de ese día, fue como si ese beso nos hubiera abierto los ojos a un mundo que no conocíamos y que nos dedicamos a explorar cada vez que podíamos. Al principio solo fueron besos y caricias por encima de la ropa, pero con el pasar de los días y las semanas, los besos y las caricias se hicieron cada vez más íntimos hasta que un día pasó - nuevamente esa sonrisa melancólica y esa mirada perdida en un pasado que resultaba mucho mejor que el presente tan horrible que estaba condenada a vivir - me acuerdo muy bien de ese día, yo regresé de la escuela, aún ...