Esther: despedida de soltera en familia (FINAL)
Fecha: 07/07/2025,
Categorías:
Incesto
Autor: Jane Cassey Mourin, Fuente: TodoRelatos
... Rock! ¡Estaba preocupado por ti! ¡Me da gusto verte de nuevo! - exclamó Alex, quien me miró con una sonrisa en los labios y un gesto desconcertado al darse cuenta de que no entendía nada de lo que estaba pasando.
- ¡Vamos chicos! ¡Dense prisa! ¡Las clientas ya están llegando! ¡Prepárense para su primer…!
- ¡¿Que carajos está pasando, Román?! ¡¿Por qué me hiciste venir si…?!
- ¡Apúrate a cambiarte! Tienes una clienta en el privado número ocho, me pidió específicamente que fueras tú a atenderla, ella es una mujer importante, así que más te vale que la trates bien, Rock - dijo Román sin mirarme a los ojos, como si no me hubiera mentido minutos atrás, como si no hubiera hecho nada incorrecto cuando me hizo sentir culpable, obligándome a presentarme en el trabajo a pesar de sentir que la vida había dejado de tener sentido para mí.
- Me largo a casa, solo vine porque pensé que estabas solo - dije, mientras caminaba a la salida del vestidor, pero Román me tomó con fuerza del brazo y me obligó a mirarlo sin soltarme.
- No te vas a ir de aquí hasta después de que atiendas a esa clienta, así que vas a ir con ella, te vas a disculpar por haberla hecho esperar tanto y le vas a dar la mejor tarde de su vida o te voy a partir el culo a patadas hasta que lo hagas, ¿Está claro? - me amenazó Román, en una actitud tan agresiva y tan poco común de ver en él, que no pude dejar de preguntarme de quién se trataba, quién era esa clienta que podía poner en ese estado tan inestable a ...
... Román y llevarlo al grado de confrontarme con tal de que esa mujer obtuviera lo que quería.
De un tirón me zafé del agarre de Román ante la mirada atónita y alarmada de mis compañeros, dejé caer mi maleta y sin decir nada más, sin siquiera haberme cambiado de ropa, para dirigirme al privado que me había indicado, tan solo con la intención de ver a la misteriosa clienta, disculparme con ella y marcharme a mi casa; sin embargo, como pronto me pude dar cuenta, aquella intención de marcharme quedó descartada en cuanto abrí la cortina del privado y me encontré frente a frente con una mujer hermosa, ataviada con un vestido azul de tirantes y un par de zapatos deportivos que cubrían sus pequeños y delicados pies, una chica que me miró con un gesto esperanzado y débilmente iluminado con el brillo de sus ojos mientras yo me quedaba quieto, incapaz de moverme, pensando que aquello tal vez era un sueño, que quizás me había vuelto loco, preguntándome ¿Por qué una chica que se había casado esa misma mañana, estaría justo frente a mí, en un lugar como ese?
- Hola, Rodrigo - me saludó Esther, mirándome a los ojos, con la piel de su rostro enrojecida, pero luciendo tan bella como siempre lo había sido - espero que aquello de irme contigo siga en pie.
- ¿De qué estás hablando? ¿No te casaste? ¿Qué pasó? - pregunté sin terminar de entender que aquello era real, que Esther se encontraba justo delante de mí, sin poder retirar mi mirada de sus ojos ni dejar de sentir que en mi estómago ...