1. Un chapero con buena fortuna


    Fecha: 16/06/2025, Categorías: Gays Autor: El Manso Embravecido, Fuente: CuentoRelatos

    Jaime lo tiene todo. Un novio fiel y con trabajo fijo como funcionario, con turno de mañanas. Un acogedor hogar y un trabajo que lo llena en todos sus aspectos (intelectual, económica y socialmente).
    
    Él trabaja en una sauna gay. Pero algo que no sabe su novio es que no solo hace labores de dependiente y de gestión. También, de forma ocasional, hace trabajos de chapero. No puede evitarlo. Es un chapero vocacional. Esta labor la emprendió cuando ya a la edad de 19 años se iba al cine a la sesión de las 17:00h y se ofrecía a algún hombre que estaba sentado en su butaca solo. La mayoría aceptaban. Sin levantarse de la misma butaca solía hacerles una gayola o una felación. Solo en momentos muy puntuales decidían ir al servicio y allí se lo tiraban.
    
    Su hándicap es que, incluso a día de hoy, a la edad de 24 años sigue teniendo una apariencia muy de nenaza. Pelo semilargo rubio, de ojos verdes, rostro imberbe y con vestimenta muy ajustada.
    
    No tiene pluma pero da más el pego de chica adolescente, plana de pecho, que de hombre adulto. Muchos clientes lo rechazan porque buscan un maricón más masculino y no uno con una estética andrógina.
    
    Esta tarde va a tener suerte. El encargado de la sauna le dice que cuatro jugadores de baloncesto quieren celebrar que ganaron una copa y preguntaron por él. Son tres negros norteamericanos descomunales y un esloveno rubio y muy blanco de tez.
    
    Andan entre el 1,95 m y los 2,10 m de altura los mozalbetes.
    
    Nada más entrar en su gabinete ...
    ... se los encuentra en pelota viva y con sus respectivos miembros viriles en posición de firmes. No podía tener mejor recibimiento.
    
    –Nos informaron de que tú eres un chapero que chupa y folla pollas con pasión y dedicación. Así que, decidimos venir a conocerte y comprobarlo. Hay mucho sieso en tu profesión. Si es cierta la fama que te precede, con nosotros tendrás unos buenos clientes en plantilla –le suelta el que parecía el líder de la banda.
    
    El esloveno se sienta en el suelo y le pide que se monte sobre él. Jaime ni se lo piensa. Se coloca en cuclillas sobre la verga del chaval, dándole la espalda, y se la va endosando poco a poco en su recto. Cuando ya la tiene bien ensartada, chocando huevos contra huevos, comienza a hacer círculos con sus caderas para notarla, sentirla, bien adentro.
    
    Uno de los norteamericanos se posiciona en frente de Jaime y le ofrece su rabo largo y grueso en su boca. Jaime intenta poner en práctica el número del traga-sables, de esos que solía ver de pequeño en el circo, y comienza a manducar aquella caña de chocolate. Obviamente solo le cabía la mitad, aunque no sería por falta de empeño del maromo que tenía enfrente, que agarrándole por el pelo del cogote se la hincaba con fuerza.
    
    Los otros dos norteamericanos se colocan a los costados de Jaime. Este se enganchó a sus vergas, con ganas, más con la intención de tener un asidero al cual agarrarse y no perder el equilibrio (para poder coger impulso y bombear la polla que tenía debajo), que ...
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