Me masturbo por primera vez con un cepillo
Fecha: 13/06/2025,
Categorías:
Masturbación
Autor: Honey, Fuente: TodoRelatos
En las vacaciones de verano antes de viajar a mi ciudad natal, pude pasar dos semanas en mi apartamento sola. Después de haber pasado los últimos días estudiando para parciales, no había tenido tiempo para relajarme y liberar estrés. Era obvio que necesitaba encontrar un momento a solas para correrme con ganas y desesperación, así que empecé a planearlo todo.
Me había comprado una pequeña lencería roja, era una tanga diminuta que se metía entre mis nalgas cada vez que me agachaba a recoger algo. Por otra parte, mis pezones se ponían duritos cada que rozaban con la suave tela del brasier. Había ido a presentar un último documento a la universidad y para mi suerte me había encontrado con un profesor que me mojaba cada vez que hablaba de literatura. Me encantaba ponerme escotes profundos y jeans ajustados, hacer preguntas para cruzar las piernas y apretarlas mientras me respondía ágilmente. Me había masturbado varias veces pensando en las mil maneras que podría cogerme encima de su escritorio, en cómo me pediría que me quedara para “hablar” y que de un momento me pusiera sobre su escritorio para empezar a “enseñarme” con sus dedos cómo se debe escribir una oda al placer. Varias veces lo había pillado mirando mi escote pero las cosas no se habían podido llevar más lejos…por el momento.
Después de regresar de la universidad, saqué una cerveza de la nevera y empecé a leer algunos relatos para crear el ambiente. Para ponerme más cómoda me quité la camiseta y empecé a pasar ...
... la lata de cerveza húmeda por el contorno de mis pechos. A diferencia de otras mujeres, mis pezones son escasos a pesar de tener unas tetas enormes, entonces la clave para tocarlos es hacerlo con paciencia y delicadeza por la superficie y el resultado es mejor si lo hago con un objeto húmedo y frío. Anoten eso gente.
Cuando comencé a calentarme con lo que leía, me puse boca abajo y tomé una almohada doblada para ponerla contra mi ya húmeda concha. Frotarme es una de las sensaciones más deliciosas, además que me pone como perra hacerlo contra diferentes superficies como el sofá o la punta de una mesa. Empecé a moverme de arriba hacia abajo, primero lento y después a medida que el relato iba subiendo de tono yo aumentaba la velocidad de mis movimientos.Ahhh, me encanta mojarlo todo. Mojar mi tanguita, la almohada y sentir esa presión sobre mi clítoris. Tenía mi bala vibradora al lado, así que rápidamente la tome y la puse dentro de la almohada para empezar a dar saltitos sobre ella mientras tocaba mis tetas.Ahhh, ojalá tuviera un dildo para meterlo todo en mi conchita, con lo mojada que estoy seguro que me entra muy fácil. Me quité la tanga y empecé a restregarme descaradamente por la almohada, luego me tiré hacía delante para meterme los dedos. Nada más rico que tocarme a mí misma, la mayoría de los hombres creían que solo con dos minutos de clavarme los dedos ya estaba satisfecha, y saber que mis sesiones de masturbación pueden ser de hasta tres horas.
Seguía moviéndome ...